Maksim Kurmaev contó para 'Todo es mentira' su dura historia. Lo hizo sin mostrar su rostro y con una identidad falsa por miedo a las represalias. Sin embargo, este ciudadano ruso huido para no tener que combatir en el frente, visita el plató del programa y revela su verdadero nombre.
En su país, Maksim era gimnasta profesional y entrenador de este deporte, con dos gimnasios propios.
"Si estuviera en Rusia hay dos opciones. O tengo que ir a hacer la mili y luego a luchar o la cárcel por desertor y no respetar al Gobierno. Ahora hay muchas leyes que no estoy respetando. Sería muy peligroso para mí volver. Me vine con mi hija y mi esposa. Si yo estuviera allí, tendría que estar en el ejército de Rusia. Irme del país ha sido una de las mejores decisiones que he tomado", asegura.
"Pude recibir el pasaporte internacional para salir del país, pero normalmente, la policía no quiere dar este pasaporte a los mayores de dieciocho años porque quiere que todos los hombres estén en el ejército. Es una gran suerte que yo esté aquí con mi familia", cuenta Maksim.
Además, Kurmaev asegura que no tiene ningún problema con las personas ucranianas: "En el hotel conocí a muchas personas ucranianas y ahora tengo muchos amigos de Kiev con quienes hablo. Hay varias personas que prefieren tratarme como si no fuera ruso. Yo no pienso en eso. Si es una persona buena con la que tengo cosas buenas en común…", deja claro.
Natasha es una mujer ucraniana que huyó de su país y ahora vive en Zaragoza. A pesar de sus diferencias, ha aceptado encontrarse con Maksim en plató. "Yo no digo que todas las personas son iguales, ni que todos los rusos sean iguales. Pero no entiendo este silencio. A nosotros nos están matando y salimos a las calles. Aprovechamos la ocasión en cada ciudad europea. No estamos cayados. Vamos con las banderas, vamos así vestidos para recordar que la guerra continúa y que cada día muerte gente", le ha reprochado ella.