Ruslan tiene 25 años y es uno de los 300.000 reservistas rusos a los que Putin obliga a ir a la guerra en Ucrania. Pero este ciudadano ruso ha decidido hacer lo que sea para no ir, hasta disparar a un oficial. Cuando ha entrado en su centro de reclutamiento el joven, ha acabado pegando seis tiros de forma desesperada.
Él prefiere ir a la cárcel antes que a combatir en el frente. Y esto ha ocurrido justo cuando están a punto de terminar los referéndums convocados en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Territorios ocupados de Ucrania para decidir si se anexionan o no a Rusia. Pero son unas elecciones que están bajo sospecha, Estados Unidos ha probado que los resultados de los falsos referendos ya se han decidido. Votos duplicado, papeletas compradas y votantes rusos de otras ciudades.
"Para obtener el voto están ofreciendo cajas de alimentos en las visitas a los hogares", ha contado Julio Suárez, padre de un voluntario en Jersón, si no les das los datos del pasaporte no te dan la caja. La idea es usar estos datos para incluirlos en el censo de votación", ha añadido. Además han traído ciudadanos rusos de otras ciudades para que voten. La Comunidad Internacional, incluidos Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, reconocen esta votación que tachan de fraude.