Nuestro programa ha podido hablar en exclusiva con una de las primeras víctimas de Pepita Vilallonga, la vidente que ha sido condenada a dos años y medio de prisión por estafar grandes sumas de dinero a algunos de sus clientes.
Carmela, de 82 años, llegó a gastarse la friolera de 300.000 euros en pedir ayuda a la vidente. Quería solucionar los problemas de salud de sus dos hijas y, para ello, quiso someterse a varios rituales por los que Pepita le cobraba entre 5.000 y 60.000 euros.
La víctima, tal y como ella misma ha contado en ‘Todo es verdad’, llegó a gastarse casi todos sus ahorros y ahora mismo, a sus 82 años, sigue pelando con todas sus fuerzas para que se reabra la causa.
Nuestro programa ha podido hablar también con la vidente condenada. Ella, muy rotunda, asegura que no ha “cometido ninguna estafa”. “Léanse bien la sentencia, porque no está hecha a base de ley, está hecha a base de sensaciones”, decía Pepita.