José Luis es un señor de 65 años que se define a sí mismo como un “alegre jubilado”. Dedicado al sector de Recursos Humanos, el soltero parece haber trasladado su capacidad para tratar con gente a su vida personal, pues confiesa que le gusta hablar con la gente incluso cuando viaja solo. Pero esta es tan solo una de sus cualidades, ya que en su tiempo libre se ha dedicado al mundo del arte. Pintor durante cinco años, José Luis abandonó los lienzos tras una crisis de inspiración para dedicarse a la escritura: “Ayer me levanté a las cuatro de la mañana y me puse a escribir”. Apasionado de la cultura, llega a ‘First Dates’ en busca de una mujer con un nivel de cultural parejo al suyo cuya curiosidad histórica le lleve a descubrir lugares como Cartago o Roma y no Disney.
Después de hacer una exhaustiva selección, el programa ha considerado que no hay mejor pretendienta para él que Elena, una mujer de 60 años. La soltera vive en la misma ciudad que José Luis y es empresaria, además de profesora con especial afán en revisar la gramática de sus alumnos. Él nos ha confesado que le ha gustado el físico de Elena, mientras que a ella no le ha atraído excesivamente su cita. Sin embargo, lo que ella no sabe es que José Luis guarda muchos secretos que le sorprenderán durante la cena como por ejemplo su experiencia espiritual con Dios.
Para Elena parece ser muy importante que José Luis crea en Dios, pues cuando este responde que es creyente, ella apunta un punto positivo para él asintiendo con la cabeza. “Yo no voy a misa todos los domingos, pero creo en Dios”, señala José Luis y es que tiene sus razones para hacerlo. El soltero padeció un cáncer en el pasado que le llevó a estar ingresado y a estar a las puertas de la muerte hasta en tres ocasiones. Sin embargo, se salvó las tres veces y él confiesa al programa que, en parte, es porque cree fielmente que Dios le está “ayudando muchísimo”.
Lo que no se esperaba la soltera para nada es lo que su cita le iba a contar a continuación: “Un día salí de la Iglesia. Yo estaba enfermo y bajando la cuesta hacia mi casa sentí físicamente como si fuera un velo. Y me vino la fe”. Más etenidamente, José Luis explica más en profundidad el suceso al equipo de ‘First Dates’. Según el jubilado, sintió en ese momento cómo ese pañuelo iba cayendo “despacísimamente” sobre sus hombros. “La primera reacción fue acojon****”, confiesa mirando a cámara. Poco tiempo después, José Luis decidió llamar a su cura de confianza para contarle lo sucedido sin saber que su respuesta le aportaría toda la calma que estaba buscando: “No te preocupes, eso es una ducha de fe”.
Carolina, una granadina de 20 años, ha descubierto a la audiencia de ‘First Dates’ su pasión por este género musical que mezcla el pop inglés y el español. Bueno, a la audiencia y a su cita José de 22 años. Los solteros parecían haber congeniado a la perfección al confesarse mutuamente sus malas experiencias en el amor, pero todo ha dado un giro de 180 grados cuando el joven no ha sabido lo que era su estilo musical favorito.
Desde un principio, el encuentro entre Pedro, de 51 años, y Bárbara, de 31, no estaba yendo ‘a las mil maravillas’. Sin embargo, el vaso se ha colmado cuando han sacado el tema del sexo pues el soltero no se ha visto reflejado en los gustos de su cita. Todo ha explotado cuando Bárbara ha confesado que, algún día, le gustaría probar una orgía, algo que ha desconcertado enormemente a Pedro: “Vas a peor conmigo”.
Carmela únicamente quería encontrarse en su cita a un chico al que le gustaran tanto los tatuajes como a ella y, cuando ha visto a Iomar, parecía haberse cumplido su deseo. Todo parecía transcurrir con normalidad durante la cena hasta que han empezado a charlar de temas políticos y se han dado cuenta de que sus ideales son totalmente opuestos. Ella confiesa haber votado siempre a la izquierda, "es lo suyo", aseguraba, mientras que él opinaba todo lo contrario: "Me gusta Franco, España lo echa de menos".