A Richard le dicen mucho que tiene cara de bueno y no sabe por qué, pero no es un tipo malo. Tiene dos motos y asegura que su mundo “son las motos y el rock”. Es butanero y está acostumbrado a los chistes, de hecho ha bromeado con Carlos Sobera y le ha dicho que le solían recibir las mujeres “soy el hombre más esperado del mundo”. En ‘First Dates’ está buscando una relación estable y al ser posible, con una mujer más bajita que él y a la que le gusta viajar “y si en moto, genial”. Algo muy parecido a lo que buscaba Jesús.
Maribel, su cita, nos ha confesado que su cita para satisfacerla sexualmente “tiene que estar muy bien dotado”. La soltera no pide más de 20 centímetros, pero sí “unos 18 0 19”. Tiene amigos moteros y al ver a Richard ha flipado. Le ha gustado mucho su corpulencia “me gusta que me achuchen por detrás”. Al soltero le gustan las chicas más pequeñas, pero le ha parecido que Maribel tenía una delantera estupenda.
La primera impresión ha sido buenísima para ambos, pero cuando a Maribel no le ha gustado nada que ella viviera en Sevilla y su cita en Castellón “yo soy mucho de tocar, de contacto”. Mientras esperaban la cena, Maribel se ha interesado por la moto de su cita y le ha entrado la risa al mostrarle que llevaba puesto los brackets.
A Richard no le ha importado porque él también se estaba arreglando la dentadura “la semana que viene me voy a Turquía a ponerme los dientes”. Ella ha querido saber cómo había terminado en ‘First Dates’ y Richard le ha contado que le dio el punto una noche viendo el programa. A ella le pasó algo parecido “le dije a mi hija que yo buscaba a un hombre con la nariz, las manos y los pies grandes”. Y es que tiene claro que si tiene eso grande “lo tiene todo grande”.
La soltera le ha contado que tiene tres hijas y Richard le ha contado que él tenía solo uno de 22 años que estaba trabajando en una tienda de muebles. Maribel ha querido saber a qué se dedicaba su cita y al escuchar que era butanero, le ha soltado un “tienes un montón de hijos por ahí”. Richard se ha reído y ha entendido que se lo decía por eso de “el niño es del butanero”.
Richard le ha dicho que estaba buscando una relación estable y a poder ser, con convivencia. “culo con culo, la cucharita, una ducha juntos”, le ha respondido Maribel antes de preguntarle si la distancia no le había echado para atrás. El butanero le ha dicho que sí, pero que todo se podía intentar porque su sensación también había sido muy agradable.
Jugando la Rasca del Amor, Maribel le ha dicho que para ella era muy importante el sexo porque era muy activa. Ante la respuesta de que, si el tamaño importa, Maribel le ha dicho que sí y él le ha dicho que no se le había quejado nunca. Ella no se ha atrevido a decirle cuál es su talento sexual, pero él se lo ha soltado de golpe “me dicen que como el co** como Dios, tengo muy buenas reseñas en Google”. Maribel lo ha tenido claro “Es mi hombre, me lo quedo”.
En el reservado, les ha tocado darse un beso de esos que no se olvidan, pero Maribel ha tenido que pisar el freno porque le había prometido a su hija que se iba a portar muy, muy bien “yo le hubiera dado un morreo de esos que te dejan sin pintura”. Richard lo ha intentado varias veces, pero ante la cobra de su cita ha tenido claro que le tocaba bajar en moto a Sevilla para verla. Los solteros han bailado y el butanero ha cumplido el deseo de Maribel de soltarse el pelo.
La decisión final estaba clara, Richard ha sentido que Maribel era el aire fresco y desparpajo que estaba buscando y ella no se ha resistido a darle un besito “nos va a reñir Laura”. Parece que la próxima cita de los solteros es en Sevilla, en moto y no sabemos si con bombona o sin ella.