José Luis es el siguiente soltero que se adentra a conocer el próximo amor de su vida en el restaurante de ‘First Dates’. Es un empresario alicantino de 62 años que asegura estar hecho todavía todo “un machote” y derrocha energía con cada paso que da.
El soltero lleva sin pareja 10 años, aunque ha tenido alguna relación esporádica con alguna mujer y habrá tenido alguna que otra cita. Sin embargo, ya cansado de no tener una pareja estable, José Luis ha venido al restaurante del amor para encontrar una mujer con la que él se pueda asentar de una vez por todas: “Yo no vengo a buscar una aventura o a echar un polvo. Yo vengo aquí a buscar una relación. Porque para eso no vengo aquí”.
Además, José Luis no solamente quiere tener una relación estable, sino que tiene que enamorarse de una mujer que sea simpática, comunicativa y buena persona. “Soy tauro y somos un amor”, contesta el soltero a Carlos Sobera en cuanto le pregunta si es romántico y detallista.
El presentador, en cuanto tiene ya toda la información necesaria para que José Luis salga del restaurante del amor acompañado, se dirige rápidamente a las puertas del restaurante para dar la bienvenida a Tere, quien será la cita del empresario alicantino. Es una pensionista valenciana que asegura ser un poco “complicada” porque ya no le gusta que le tomen el pelo y no se fía de nadie.
Nada más conocerse, parece que José Luis se ha llevado una muy buena primera impresión de su cita: “Me gusta. La veo muy atractiva y… bien”, detalla. De hecho, nada más sentarse en la barra del restaurante, el soltero le suelta un piropo y, lejos de impresionarla, parece que no le ha gustado: “Es lo que oyes todos los días”.
En cuanto empiezan a cenar, tanto José Luis y Tere tienen el momento perfecto para seguir conociéndose. Sin embargo, parece que Tere, desde que ha conocido al soltero, parece que no le ha caído muy bien. “A mí no me gusta que me vacilen de dinero. Porque yo no soy un monedero y me tira un poco para atrás eso”, cuenta a las cámaras del programa.
Además, José Luis le explica a su cita todos los negocios que perdió en el pasado. Algo que tampoco parece interesar a Tere, y con razón: “Bien que te puede contar que su vida ha sido así. Me parece perfecto que tenga la confianza o la tranquilidad de contármelo. Pero, para mí, eso no significa nada”.
Sin embargo, la primera impresión que tenía Tere sobre José Luis da un giro de 360 grados en cuanto terminan de cenar, acuden a la sala privada del restaurante y el soltero le demuestra que es muy divertido y sabe bailar bien.
Tere, que al principio de la cita se mostraba muy cerrada a conocer a José Luis, ha sabido soltarse en cuanto se reunieron en la sala privada del restaurante y ha podido ver lo divertido y gracioso que es el hombre con el que le han emparejado. Por lo tanto, José Luis y Tere seguirán conociéndose aún más y rematarán la noche bailando porque les ha parecido muy corto.