Álex Escolá-Gascón es psicólogo, estadístico, doctor en ciencias de la medición, profesor de metodología, y además, se ha atrevido a estudiar el campo del exorcismo. El científico visita 'Cuarto milenio' para explicar todo lo que ha aprendido sobre uno de los temas que más estigmas tiene, los exorcismos.
''Es un área con mucho estigma y proviene tanto de la parte cultural y social como de la parte académica. No es habitual que en la academia haya un interés hacia estas cuestiones que inciden directamente en las creencias, en la identidad de las personas y desafían los limites de la ciencia'', da a conocer el científico.
El científico ha recogido decenas de casos de supuestas posesiones demoníacas para poder estudiar el fenómeno de forma científica y revela que uno de los principales desafíos a los que se ha enfrentado en su estudio es el buscar un patrón en las experiencias sensoriales porque son indivisibles en cada persona.
Para poder llevar a cabo sus estudios, Álex Escolá ha visto individuos que dicen estar poseídos por el demonio y ha asistido a varios exorcismos de manera extraoficial, además, cataloga las posesiones en dos tipos: la posesión central y la posesión periférica.
''El estudio científico de la posesión no se puede separar del estudio de los sistemas culturales. Desde esta perspectiva cultural habría dos grandes grupos, por un lado las posesiones periféricas que estarían estudiadas desde un lado occidentalista y encontraríamos el sufrimiento y estados de enfermedad. Hay tres rasgos que identifican este estado, la pérdida de identidad, la pérdida del control sobre el propio cuerpo'', explica detalladamente.
Y explica las posesiones centrales: ''El poseído está cumpliendo una función social, los mensajes que comunica el supuestamente poseído, organizan la estructura comunitaria y social de la gente. Tenemos casos muy excepcionales, en tribus aisladas ahí si encontraríamos esta figura''.
Por otro lado, el científico revela que hay dos grandes grupos dentro de las posesiones, las crisis de conversión y las de exaltación e indica que en las de conversión lo que sucede es una transformación, se va de un problema psicológico a la manifestación corporal.
En el caso de la crisis de exaltación, Álex explica que no se encuentra tanto un desorden en cuestiones corporales, si no de sus acciones, de lo que se articula, es decir, alteraciones en el lenguaje, gritos, vejaciones e incluso la xenoglosia, la habilidad de hablar o escribir un lenguaje no familiar para un individuo.
Iker Jiménez, muy interesado en el tema, lanza una pregunta al científico: ''¿Existe un porcentaje de casos que a nivel científico sigue siendo un desafío real y que no se corresponden solamente a problemas mentales?'', y Álex Escolá responde.
''Lo que hicimos fue una revisión desde 1980 hasta 2023, estamos hablando de más de 100 años, pero la cantidad de casos que tenían información como para hacer un análisis solamente fueron 52. En su mayoría todos tenían una explicación médica'', revela el científico.
Y continúa: ''Solamente detectamos dos casos que carecían de explicación y que los autores del informe declaraban que no sabían identificar la causa de lo que estaba pasando. En uno de los casos se reportaba una hemorragia interna que le hacia a la persona toser sangre, no llegaron a encontrar de donde procedía''