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Expediente Caravaca: el misterioso encuentro OVNI en la carretera N-340
José Antonio Caravaca acude a 'Cuarto milenio' para explicar detalladamente un encuentro OVNI que se dio en 1981
El experto ha viajado en varias ocasiones al lugar de los hechos y ha hablado con el testigo muchas veces
El caso más extraño de 'Cuarto Milenio': el relato de una familia de Barbate, testigo de algo insólito
Ocurrió en la carretera N-340 de Algeciras, el 12 de marzo de 1981. Juan González Santos, que conducía tranquilamente en su furgoneta por dicha carretera, presenció algo que cambió su vida para siempre ¿Qué ocurrió? José Antonio Caravaca explica el caso detalladamente en 'Cuarto milenio'.
El experto revela en el programa que ha visitado al protagonista de la historia en varias ocasiones para investigar lo ocurrido y revela que vive aterrorizado a día de hoy: ''Encima de la puerta de su casa tenía una ventana muy pequeña y la tenía enrejada, le pregunté por qué y me dijo 'tú no sabes quién puede entrar por ahí''.
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Caravaca da a conocer el suceso: ''Iba por una carretera muy transitada y ve unas luces que hay en la carretera. Piensa que ha habido un accidente de trafico y cuando baja se percata de que no, si no que hay un objeto en forma de cúpula. Él no piensa que está viendo un OVNI''.
Revela que el testigo de lo ocurrido vio que dentro de la cúpula había al menos cinco tripulantes de apariencia humana con un traje oscuro: ''Otro detalle es que dice que se mueven siempre de cara hacia él, nunca de perfil'', y explica detalladamente cómo era el OVNI.
Tras lo ocurrido, y según explica Caravaca, el testigo saltó un muro para acercarse más a saludar porque pensaba que era un módulo de la NASA: ''De una de las antenas surge un haz de luz que le da en el entrecejo y le deja aturdido'', revela.
Además, da a conocer que del módulo surgió una escalera, que minutos después se replegó y que el objeto se marchó a una velocidad brutal en escasos segundos.
Por otro lado, Caravaca cuenta que cuando fue a visitar al testigo a su propia casa, tenía unas medidas de seguridad exageradas: ''Tenía dos o tres cerrojos en las puertas, barras que se apoyaban en un punto para impedir que se abriese. Tenía pánico. Tenía la puerta electrificada''.
''Tenía obsesión en que volviesen a por él'', confiesa Caravaca. ''Estaba convencido de que eran seres de otro mundo y estaba convencido de que la forma que fuese, aquellos seres iban a volver a por él'', explica.
