Jonás es de las personas a las que quieres o a las que odias “o te gusto o me odias, no hay punto medio”. Se considera del montón de los majos y ha tenido una relación de unos cuatro años. Según le ha contado a Carlos Sobera, la cosa se terminó porque ya no se aportaban nada y su pareja quería abrir la relación. Él es más tradicional y “como decía la Dúrcal si se puede quiero tener mi amor para toda la vida”, pero es consciente de que es algo casi imposible en los tiempos que corren “Así son los hombres, todos son igual, pero que bonito se siente cuando uno te da un besito, te dice ‘te quiero’ y poco a poquito, se mete adentro, se va hasta el centro de tu corazón”.

Félix, su cita, está convencido de que es muy bueno en el sexo “doy besos de amante, tengo varias cartas bajo la manga”. Vive en Barcelona, pero es de la Patagonia. A Jonás le gustan más los chicos como Miguel Ángel Silvestre, pero a Félix le ha visto muy apañado “tengo que conocerle un poquito más”.

La cena ha comenzado hablando de la edad, y a Jonás le ha gustado que le echara solo 32 años, aunque en realidad tuviera 38. Le ha dicho que tuvo que dejar el gimnasio porque tiene una vida social muy intensa y que toca el tambor en una cofradía. Félix no sabía muy bien ni qué era una cofradía, pero su cita ha cogido carrerilla, le ha hablado de las imágenes, de su fe, del papel que tendría Jesucristo en nuestra época…

Félix le ha dicho a Jonás que él necesitaba que le preguntaran para poderse soltarse y contarle cómo es. Le ha dicho que le gustaba mucho viajar y conocer otras culturas, y no esperaba que Jonás le dijera que él no soportaba el avión “no me da ninguna seguridad”.

En el tema sexual, Jonás le ha dicho que le encantaba practicar sexo y Félix ha querido saber qué pensaba del sexo oral porque él sentía que en Barcelona era una tendencia muy extendida. El soltero se ha quedado un poco sorprendido y le ha dicho que sí, que era una parte más del sexo “me ha creado la duda, creo que en Argentina se comerán salchichas igual que aquí en España”.

Respecto a su papel, Félix se ha definido como versátil y activo, y le ha dicho que buscaba a alguien que también lo fuera “no quiero a alguien pasivo”. Jonás no quería preguntar nada a Félix por si se sentía ofendido, pero él le ha dicho que necesitaba que le preguntaran para soltarse.

A Jonás le ha gustado la prudencia de Félix y al soltero le ha gustado que su cita no parara de hablar. Ha tenido la sensación de que él había sido el entrevistador de la cita, pero eso no le ha quitado las ganas de seguirle conociendo un poquito mejor.