Jordi Cruz y Jesús Calleja contemplaban un espectacular paisaje tumbados en lo alto de una roca. Un paisaje que, además, invitaba a reflexionar y así han hecho. Ambos han comenzado a hablar de la cantidad de anécdotas que cada día surgen en el restaurante del chef.
El presentador le preguntaba si alguna vez había recibido una crítica positiva de alguien que hubiera “flipado” con su comida. “Eso me pasa todos los días”, contestaba Jordi. “Pero te lo voy a contar al contrario. Hay gente que tiene guita, que están un poco hartos de todo y lo valoran menos”.
Ha sido entonces cuando el chef ha confesado ante Calleja un caso concreto que ejemplificaba lo que estaba comentando: “Hace un tiempo vino Bill Gates al restaurante con todo su equipo. Bill cerró el restaurante solo para él. Le teníamos preparado lo más grande para comer”, comenzaba.
“¿Y sabes qué hizo Bill? Se pidió un refresco y se fue”, confesaba. Jordi no ha dudado en compartir con Calleja las sensaciones que se le despertaron aquel día: “¿Tú crees que tienes que cerrar un sitio bonito para venir y tomarte un refresco de cola?”.
Jesús se mostraba de lo más sorprendido y no daba crédito a lo que estaba escuchando: “¿No probó nada?”. En efecto, nada, “cero”.