El enigma subterráneo de la 'Cueva de los Verdes' de Lanzarote

  • Ángeles Blanco visita la Cueva de los Verdes como embajadora de Planes Cuatro en la Isla de Lanzarote

  • La Cueva de los Verdes se encuentra en el 'Malpaís de la Corona' y siempre ha estado rodeada de una halo de carácter mitológico misterioso y especial

  • La Cueva de los Verdes sirvió como refugio para los habitantes de Lanzarote en tiempos de ataques de piratas y conflictos

En el norte de Lanzarote, una isla reconocida por su paisaje volcánico y sus maravillas naturales, se encuentran la impresionantes Cuevas de los Verdes, conococidas localmente como "Cueva de los Verdes" y visita obligada en tu viaje a la isla. Estas formaciones subterráneas son un fascinante testimonio de la actividad volcánica que ha moldeado Lanzarote. La cueva no solo ofrece un espectáculo visual, sino también un viaje histórico y cultural que atrae a miles de visitantes anualmente.

La Cueva de los Verdes se formó hace aproximadamente 4.000 años, durante una de las erupciones del Volcán de La Corona. El flujo de lava creó un extenso túnel volcánico que se extiende por más de 6 kilómetros desde el cráter del volcán hasta el mar. Este túnel alberga varios jameos (aperturas al exterior en el techo del túnel) y secciones impresionantes, de las cuales la Cueva de los Verdes es una de las más accesibles y conocidas. La cueva es parte de un sistema de tubos volcánicos que también incluye los famosos Jameos del Agua. Estos tubos se formaron cuando la superficie de la lava se enfrió y solidificó, mientras que el interior seguía fluyendo, creando túneles. Este fenómeno natural ha dado lugar a un laberinto de cuevas y pasajes que ofrecen una experiencia única a los exploradores y visitantes.

Un breve recorrido por la Cuevas de los Verdes

La visita guiada por la Cueva de los Verdes ofrece un recorrido de aproximadamente un kilómetro a través de galerías y salas con formaciones rocosas espectaculares. Sin duda una de las atracciones turísticas de Lanzarote que no debes perderte. La iluminación artificial destaca las diversas texturas y colores de las paredes volcánicas, creando un ambiente casi mágico. Los guías turísticos proporcionan información detallada sobre la geología, la historia y las leyendas asociadas con la cueva.

Una de las características más intrigantes de la cueva es la Sala de los Secretos. En ella, los guías revelan un misterio acústico: un efecto sonoro sorprendente que fascina a los visitantes. La acústica de la cueva es tan peculiar que algunos sonidos parecen provenir de lugares inesperados, creando la ilusión auditiva que se ha convertido en una de las grandes sorpresas del recorrido.

 En el interior de la cueva se encuentra un auditorio natural, aprovechado para conciertos y eventos culturales debido a su impresionante acústica. Este espacio pone de relieve cómo las formaciones naturales pueden servir como escenarios perfectos para el arte y la música. La roca volcánica actúa como un amplificador natural, proporcionando una buena calidad de sonido.

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Los guardianes del pasado de la Cueva de los Verdes

Durante siglos, la Cueva de los Verdes sirvió como refugio para los habitantes de Lanzarote. En tiempos de ataques de piratas y conflictos, la cueva ofrecía un escondite seguro para las poblaciones locales.

Durante la década de los 60, Jesús Soto ha sido el encargado de la adecuación de la cueva. Más tarde, César Manrique se uniría como colaborador para convertirla en una de las atracciones más interesantes y atrayentes del archipiélago, si estás pensando qué recorrer Lanzarote en 3 días, inclúyela en tu itinerario.

La conservación de la Cueva de los Verdes es una prioridad para las autoridades locales a través del CACT (Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote). El turismo sostenible es clave para proteger este tesoro natural. Las visitas están cuidadosamente reguladas para minimizar el impacto ambiental y preservar la cueva en su estado natural. Las regulaciones incluyen limitar el número de visitantes diarios y controlar el uso de iluminación artificial para evitar daños a las formaciones rocosas.