Primer día de luto oficial en Asturias y Castilla y León por la muerte de los cinco mineros en el derrumbe de la mina de Cerredo. El polideportivo de Villablino, León, acoge la capilla ardiente de cuatro de ellos. El quinto será enterrado en Torre del Bierzo, su localidad. Mientras, según informan Marcos Vaz y Marta Aguirregomezcorta en el vídeo, se investiga si los trabajos que se estaban realizando en la mina se ajustaban a la licencia de investigación que se le concedió hace 2 años y por qué no se detectó el gas grisú que provocó la explosión.

La investigación iniciada para esclarecer las causas de la explosión en la mina de Cerredo, en el concejo asturiano de Degaña, tratará de dilucidar si los trabajos realizados por la empresa se ajustaban a la licencia de investigación que se le concedió en verano de 2024.

Las autoridades apuntan a una explosión de gas grisú detrás de la tragedia de la mina, que no es otra cosa que metano mezclado con aire, letal para los mineros e imprevisible. Este gas es conocido como el enemigo silencioso porque puede llegar en cualquier momento y causar asfixia o explosiones sin avisar.

El grisú es un gas inherente en el proceso de formación del carbón y se libera constantemente, en forma de pequeñas burbujas, dentro de las minas, comiéndose el oxígeno. Además, este gas no produce olor y solo puede ser detectado con grisúmetros, unos aparatos que portan los mineros.

La investigación se centra ahora en el origen de la concentración de grisú que había y la causa de la chispa que desencadenó la mortal deflagración. Además, será crucial saber las labores que realizaban en el momento del accidente los mineros y las condiciones en las que trabajaban.

La empresa Blue Solving dispone de una licencia de investigación complementaria, con la que tiene permiso para comprobar, en una determinada zona de la mina, la presencia de algún tipo de mineral o de material de cara a su extracción en un futuro.

La explosión se produjo en el tercer nivel de esta mina del suroccidente asturiano, donde la empresa no tenía permiso para esas labores de investigación y sí para la retirada de materiales de la antigua mina, que estaba prácticamente inactiva desde 2018. "En el piso tercero de la mina", explica Adriana Lastra, delegada del Gobierno en Asturias, "tenían permiso para la recogida de materiales, como chatarra, que hubieran quedado de la época de la explotación de carbón, pero no tenían permiso para la extracción de carbón en ninguno".

En el accidente, el más grave en una mina asturiana en los últimos treinta años, perdieron la vida Jorge Carro, Rubén Souto Robla, Amadeo Bernabé, Iván Radio y David Álvarez, todos ellos vecinos de la provincia de León de entre 32 y 54 años, y resultaron heridos por quemaduras y traumatismos otros cuatro trabajadores, tres de ellos leoneses y el otro asturiano, que se encuentran hospitalizados. Dos están en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, y permanecen estables, dentro de la gravedad. Los otros dos heridos se encuentran en centros hospitalarios de la provincia de León y ambos están en planta. Uno está en el Hospital de León y el otro en el de Ponferrada.

Los cuerpos de los cinco mineros fueron trasladados anoche desde Asturias hasta León, donde el polideportivo municipal de Villablino acoge la capilla ardiente de cuatro de ellos. Jorge, Rubén, Amadeo e Iván eran vecinos de Villablino, mientras que David lo era de Torre del Bierzo, donde será enterrado.

Los familiares han llegado a la capilla ardiente rotos de dolor y sin encontrar consuelo. Según informa Montse Ávila en el vídeo, han estado acompañados por la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, y el alcalde de la localidad; Mario Rivas. Frente a las cortes de Castilla y León, la Junta de Asturias y en localidades cercanas se ha guardado un minuto de silencio en memoria de los fallecidos.

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