Este viernes ha sido el último día de testimonios de los familiares de las víctimas de la DANA ante la jueza de Catarroja que instruye el caso. Ernesto Martínez, el tío de la única víctima que aún sigue desaparecida, también perdió a su hermana, “salieron volando con una ola de agua”. Ante los medios de comunicación, además, ha querido destacar la “calidad humana” de la magistrada.
Ernesto Martínez ha declarado ante la jueza como perjudicado, ya que el día de la trágica DANA perdió a su hermana, Elvira Martínez, y a su sobrina Elizabeth Gil, la única desaparecida que no ha sido aún dada oficialmente por fallecida, aunque la familia ya ha iniciado el proceso.
Tras su declaración ante la jueza que instruye el caso, Ernesto ha destacado que lo primero que le ha la titular del juzgado ha sido "cómo está". "Creo que no es lo habitual", ha señalado, quien ha insistido en la humanidad de esta jueza, Nuria Ruiz Tobarra: "Yo no conozco ningún juez que se le pueda calificar con la calidad humana que tiene esta persona".
"Más que una jueza, te trata como un amigo cercano y eso hay que ponerlo en valor", ha explicado a su salida, y ha precisado que uno de los intereses de la jueza "es acotarlo todo bien" y saber cuándo su sobrina, por ejemplo, hizo la llamada al 112.
Al respecto, ha relatado lo que hicieron su hermana y su sobrina el pasado 29 de octubre, cuando perdieron la vida intentando llegar al hotel donde trabajaban en Cheste, y se ha preguntado "cuánto vale una vida" y si "vale la pena perder la vida por llegar a tiempo al trabajo".
Elvira Martínez, que había salido a las 16 horas de trabajar, recogió a su hija para llevarla al trabajo, entraba a las 17 horas, y tras cambiar de ruta varias veces al encontrarse diversas zonas ya cortadas por el agua, acabaron arrastradas por la riada en la zona del barranco del Poyo.
“Mi sobrina y mi hermana salen volando literalmente con una ola de agua, pero detrás están los empresarios y alguno más, porque en aquel momento desaparecen siete personas, de las cuales seis han aparecido, mi sobrina todavía sigue desaparecida”, relata.
Previamente, Elisabeth había mandado dos vídeos a su jefe para justificar su ausencia, en los que se podía ver cómo numerosos coches impedían el paso y también cómo su propio coche iba flotando a la deriva con el agua a la altura de los cristales, ha relatado su tío, quien también ha afirmado que su sobrina llamó al 112 para pedir auxilio, aunque no sabe si le atendieron o no.
Sobre la reunión de este jueves del presidente de la Generalitat con el presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha señalado que esta persona "no es representante de las víctimas", sino que se ofreció para presentar en la Audiencia Nacional una querella, que finalmente no presentó.
Ernesto ha reprochado a Mazón que primero dijera que no tenía los teléfonos de los familiares de las víctimas y que no podía ponerse en contacto con ellos, y ahora diga que se está reuniendo con ellos. "¿Cuándo miente, antes o después? ¿O las dos veces?", se ha preguntado.
Para Ernesto Martínez, lo que tiene que hacer Mazón es dimitir y pedir perdón a las víctimas, en el orden que quiera, y después, ponerse en contacto con la jueza para declarar. Además, asegura que él no acudirá a reunirse con el presidente si alguna vez lo llama porque, según ha dicho, qué le va "a decir después de cinco meses".
"Tuvo una ausencia en su puesto de trabajo y eso, en materia de derecho laboral, es un despido. Yo ya no quiero saber dónde estuvo, lo que sí que sé es dónde no estuvo, y es al frente de una Comunidad, de la que es el máximo y único responsable en emergencias", ha manifestado.
Según Martínez, quien ha sido técnico de prevención de riesgos, "un protocolo siempre sirve, pero para que sirva no hay que dejarlo en un cajón ni irte a comer al Ventorro, hay que ponerlo en marcha".
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