Los cuerpos de seguridad fueron a la finca de Eugenio Delgado, uno de los principales sospechosos de este secuestro después de que este mismo les confesara el delito. Sin embargo, la Guardia Civil no se esperaba encontrar el cuerpo de Manuela Chavero en una fosa cercana a dicha finca en las condiciones en las que lo encontraron.
En 'En guardia: Mujeres contra el crimen', integrantes de la UCO presentes durante la inspección ocular relatan todas las pruebas que encontraron en ella, gracias a los cuales intuyeron que se había podido cometer un delito contra la libertad sexual. Todo ello mientras se muestran las imágenes inéditas de aquel día.
Durante la inspección ocular de la finca de Eugenio Delgado, los cuerpos de seguridad encargados de dicha tarea vieron en una fosa cercana el cuerpo de la víctima desnudo envuelto en una sábana. "Él atribuye la desnudez de Manuela a que, una vez está en la fosa, percibe que la ropa podría haber sido extraída por las alimañas", asegura uno de los funcionarios. Y gracias a las imágenes de la inspección, podemos escuchar al sospechoso decirlo de su propia boca: "Como esto es una zona de actividad que hay muchos animales digo, a lo mejor, no es lo mismo ver una sábana que ver una ropa concreta".
Una versión que deja intranquilos a los agentes de la UCO. "No les resultaba creíble porque, por las mismas circunstancias, esas alimañas podían haber sacado al exterior tanto las sábanas, como los otros restos criminalísticos que aparecen en la fosa", explica uno de ellos. Además, todo esto son argumentos judiciales claros que indicaban que había cometido, antes del asesinato, un delito contra la libertad sexual, asegura otro.
Por otra parte, encuentran posibles restos de manchas de sangre en el suelo y las paredes de la finca. Cuando se le pregunta al principal sospechoso el motivo de estos restos, la respuesta no deja indiferente a nadie: en vez de transportar el cuerpo inerte de Manuela Chavero directamente a la fosa, lo llevó al cortijo y lo dejó ahí durante unas horas.
Adelantándose a los a la UCO, Eugenio Delgado decide confesarle a uno de los agentes que si encuentran restos seminales es porque mantuvo relaciones sexuales consentidas con ella el día anterior al suceso. "En ese momento no éramos conscientes del peso de esa declaración espontánea", apunta un agente de la Guardia Civil.