Un familia alquiló dos casas contiguas en Valencia y están desesperados. El inquilino desapareció y dentro de encontraron a los dos meses otra familia con hijos. Los propietario no pueden pagar la hipoteca y la familia okupa les debe ya un total de 46.000 euros.

"Ya no puedo más, yo quiero mis casas que para algo estoy trabajando y ya no puedo ni pagarlas", decía el hombre dueño de las viviendas.

Él y Cristina, su mujer, alquilan una de las casas hace cuatro años a una familia por 850 euros al mes. Al tiempo, éstos le piden que le alquilen la vivienda contigua por 450 euros más y ellos aceptan. Pagan unos meses, hasta que el hombre de la familia desaparece y se encuentran otra familia cuando llegan a las que son sus casas para pedir explicaciones.

La versión de las presuntas inquiokupas es totalmente diferente y asegura que "pagan en negro a un tío que acude allí en un taxi". Además, confiesa, que tiene 3 hijos y que no quería llegar a esto y que "no firmó ningún contrato de alquiler".

El programa reunía a la presunta okupa y a Cristina, la dueña de las viviendas contiguas, para ver si conseguíamos en directo conseguir una solución. Cristina comenzaba mostrando las facturas de agua y luz, que asegura que se están pagando por su parte y el contrato de alquiler que les hizo.

Por su parte, la inquiokupa volvía a negar que ella hubiera firmado ningún contrato, pero explica: "De la casa de al lado firman un contrato mi madre y la pareja de mi madre". Sobre su vivienda, la okupa asegura que ella le pidió que le hiciera un contrato y le enviara su DNI, pero ese contrato nunca llegó.

Tras un tenso careo entre Cristina, propietaria y la okupa, la situación terminaba con un final feliz: "Te voy entregar las llaves, ya te he dicho que me voy, no quiero jaleos", afirmaba la okupa mientras le daba las llaves al trabajador de una empresa de desokupación.