En los últimos años el desperdicio de alimentos se ha convertido en un grave problema que preocupa en muchos hogares. En muchos casos, productos que se pueden aprovechar perfectamente acaban en la basura por puro desconocimiento, ya que, no se sabe que se pueden congelar y aprovechar más adelante.
Muchos de estos alimentos, se echan a perder por guardarlos en la despensa o en el frigorífico en vez de conservarlos mucho mejor y más tiempo en el congelador. Sí que es cierto que, no todo se puede congelar, pero en ocasiones, nos podemos sorprender gratamente al saber qué alimentos se pueden congelar. Esto no solo ayuda a ahorrar en la cesta de la compra, sino que también se reduce en gran medida el impacto ambiental y se puede fomentar la cocina de aprovechamiento.
La mozzarella rallada puede durar mucho tiempo si se congela cerrando su bolsa bien, o también se puede pasar el contenido a una bolsa hermética para que no absorba olores de otros alimentos. Este queso que es ideal para gratinar no pierde su textura ni sabor tras descongelarlo. Cuando se necesite, simplemente hay que coger la cantidad deseada directamente del congelador y se deja el resto congelado.
La leche se puede congelar sin ningún tipo de problema pero, es algo en lo que no se suele caer. Cuando se sale de vacaciones y se queda un cartón de leche abierto en la nevera, en vez de optar por tirarlo antes o después de esos días de vacaciones, lo que se puede hacer es congelarlo para que no se desperdicie. Una vez que la leche se descongela, solo hay que removerla un poco y está lista para consumir sin problemas.
Otro alimento que quizás pensamos que no se debe congelar es el aguacate. Esta fruta se estropea a unas velocidades de vértigo una vez que se ha abierto, por lo que, congelarla hace que aguante mucho más tiempo y que no se desperdicie. Se puede congelar entero, con piel y todo. O si se prefiere, se puede deshuesar el aguacate y guardar solo la pulpa en una bolsa hermética para que no haya transferencias con otros alimentos.
Algunas veces nos hemos podido encontrar una tableta que lleva mucho tiempo en el frigorífico y que ha tomado un color en el cual se puede ver perfectamente que sus propiedades se han ido. No significa que esté malo, pero ya no sabe igual. Esto se puede evitar al congelarlo, ya que si se guarda en el congelador bien envuelto o en una bolsa hermética se puede alargar su vida útil bastante.
Esta fruta también se puede congelar, sobre todo, si después se va a usar en guisos, caldos o salsas. Una vez que está congelado, su piel se desprende mucho más fácilmente cuando se introduce en agua caliente. Esto lo hace ideal para aquellas recetas donde haya que pelarlo. Además, hacer esto es muy útil para conservar aquellos tomates que están ya maduros, pero no da tiempo a consumir en un periodo corto de tiempo antes de que se estropeen.
Las salsas también se pueden guardar. Se puede optar por guardar lo que sobra, o directamente, hacer más cantidad para poder congelarla y consumirla más fácilmente en cuestión de minutos. Para su conservación en el congelador, hay que guardarlas en bolsas herméticas, y para crear las porciones, se deben hacer marcas con el reverso del cuchillo para dividirlas. Guardándose así, nos aseguramos que a la hora de consumirla, solo se utilice la cantidad necesaria para que no se desperdicie.
Para congelar los huevos, sí que hay que tener en cuenta que no se puede hacer directamente con la cáscara. Pero, si se abren y se echan a un recipiente de congelación, no habría problema. También, se pueden separar las yemas de las claras y congelarlas por separado, dependiendo del uso que se les quiera dar posteriormente.
Por otro lado, si se quiere guardar el huevo entero, es recomendable que se bata bien integrando la clara y la yema. Cuando se vayan a descongelar, se recomienda que se haga siempre en el frigorífico y que se consuman cuanto antes.
Para que un sándwich o bocadillo se pueda congelar es importante que el pan sea de buena calidad, y que en caso de que haya ingredientes que no congelen bien como puede ser la lechuga, se retiren antes de introducirlos al congelador. Otros ingredientes como pueden ser el queso o la carne, congelan perfectamente.
Un truco para proteger la miga es untar las caras interiores del pan con alguna crema de queso, salsa o mantequilla. Si el bocadillo o sándwich está hecho a la plancha antes de congelarlo, el resultado va a ser aún mejor.
Tanto el salmorejo como el gazpacho pueden congelarse para que se mantengan perfectos más tiempo. Cuando se hace alguna de estas sopas frías, se puede aprovechar y cocinar más cantidad. A la hora de congelarlo, simplemente hay que separarlo en raciones en recipientes herméticos y se puede congelar sin problema.
Cuando se descongela, siempre se recomienda hacerlo en nevera y también batirlo para poder integrar de nuevo los ingredientes para que recobre su estructura habitual, ya que al congelarlo el agua y la grasa se pueden separar.