Caminar marcha atrás: un paso hacia delante para mejorar nuestra salud muscular y neurológica
Caminar hacia atrás es capaz de aliviar los músculos y las articulaciones
Dar pasos marcha atrás alivia dolores de espalda y tienen beneficios en nuestro sistema nervioso
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Que la actividad física tiene innumerables beneficios en nuestra salud, no es una novedad. Actividades tan simples como subir escaleras o aguantar de cuclillas pueden marcar la diferencia en nuestro cuerpo. Caminar hacia atrás no se queda atrás. Aunque suponga ciertas complicaciones, si lo practicamos de forma segura, podrá aportar infinitos beneficios en nuestro organismo.
Si ya caminar hacia delante representa una de las mejores actividades para mejorar nuestro estado de salud, hacia atrás la supera con creces. Aunque suponga un movimiento bastante mecánico y no estemos acostumbrado a verlo en los gimnasios y en la calle, aporta una serie de beneficios claves para nuestro bienestar.
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Seguir el ejemplo de Patrick Harmon, que en 1915 caminó hacia atrás de San Francisco a Nueva York, puede mejorar tanto nuestros músculos, como nuestro cerebro. El movimiento y la pisada es capaz de liberar tensión en músculos y “nos va a permitir a veces reducir la carga de algunas zonas de las articulaciones que normalmente se cargan cuando estamos andando hacia delante”, según explica Guido Gómez, doctor en Fisioterapia DINAMIA.
Caminar hacia atrás nos permite adquirir nuevos patrones
Para los pacientes con dolores de espalda, caminar hacia atrás podría convertirse en el tratamiento más efectivo. Además, tiene innumerables beneficios neurológicos y nos va a permitir que integremos nuevos patrones”. Esto es algo fundamental en los más mayores que tienden a tener caídas de manera frecuente y "en el caso de que se puedan por ejemplo tropezar hacia atrás, sabrán reaccionar rápidamente".
En las recuperaciones y los procesos de rehabilitación puede ser de gran ayuda: “Andar hacia atrás es un estímulo que tenemos que dar en las primeras fases de recuperación del tendón de Aquiles”.
Sin embargo, este ejercicio no es algo que solamos ver en los gimnasios o al aire libre, pero es algo muy sencillo de hacer. Con una simple cinta de correr, podríamos lograr mejorar en apenas unos minutos nuestro aparato locomotor y nuestro sistema nervioso, una actividad que debería ser obligatoria en cualquier rutina de ejercicio.
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