La justicia ha reabierto la causa por el fallecimiento del empresario Isak Andic, quien murió el pasado mes de diciembre tras caer al al vacío desde un altura de 150 metros. El hijo del fundador de Mango era la única persona que estaba con él, pero no está calificado como investigado. Después de que la jueza archivase el caso, ahora se trabajará con todo lo relacionado con la geolocalización.

Se busca que los hechos queden totalmente aclarados. Se trata de una ruta abalconada por el que pasan cada fin de semana cientos de personas sin mayores problemas. Puede haber un accidente y alguien puede morir, aunque la estadística te dice que no es lo normal. La jueza archivó el caso después de que se hiciese un primer atestado amplio y se tomase la declaración a los testigos. Los forenses solo encontraron las marcas de esa caída y la principal hipótesis es que fue un accidente.

La causa de Isak Andic se reabre para que los Mossos d'Esquadra no están seguros con algunas declaraciones y quieren acudir a la ciencia. Es decir, quieren trabajar con la geolocalización. El hijo del empresario era la única persona que estaba con él ese día. Él declaró por última vez el 31 de enero tras afirmar que iba delante, que escuchó un movimiento de piedras y al girarse vio a su padre que estaba cayendo por el terraplén.

El hijo de Isak Andic declaró dos veces y en la última ocasión se prolongó durante tres horas. Los informes de geolocalización lo cierto es que no pueden despejar estas incógnitas. Aún así, es cierto que los móviles tienen otros sensores, acelerómetros y softwares de seguimiento deportivo que pueda servir para intentar determinar si la versión aportada por el principal testigo es la correcta y así cerrar el caso de forma definitiva.

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