Una jueza decidirá si una joven de 24 años con paraplejia cumplirá con su voluntad de recibir la eutanasia en Barcelona. Según informa Quim García, dispone de cinco días para pensar si lo avala o no. La joven se ha mostrado firme en su intención de muerte digna pese a que el padre no está de acuerdo y consiguió paralizarlo en agosto.

La eutanasia de esta joven se suspendió a última hora en agosto por un recurso de su padre -representado por abogados cristianos- en el que alegaba problemas mentales e intento de suicidio.

La joven de 24 años solicitó recibir la eutanasia, pero su padre se opuso tras asegurar que tenía problemas mentales. Hoy, la joven ha confesado sufrir coacciones por parte de su entorno. Ella ha ratificado ante la jueza su deseo de recibir la eutanasia y ha aclarado que no cambió de opinión, sino que se encontró con la oposición de su familia, quien le llenó la habitación “de estampitas y rosarios”.

El abogado de la Fundación Abogados Cristianos, que representa al padre de la joven, José María Fernández, ha negado las presuntas coacciones de la familia. "Lógicamente ha habido gente luchando por su vida, insistiendo en que desistiera de su decisión", ha añadido poco antes de reconocer que unos amigos le regalaron una cruz.

La defensa del padre ha subrayado que la joven tiene un trastorno obsesivo compulsivo que concurre con ideaciones suicidas y un trastorno límite de la personalidad. Así, el letrado ha señalado que ella no está capacitada para tomar esa decisión porque “ha tenido ideas suicidas prácticamente durante toda su vida".

En las declaraciones han participado profesionales médicos y forenses que han confirmado que la joven no sufre ninguna alteración y que las capacidades de decisión están en pleno funcionamiento. El abogado del padre ha avanzado que si finalmente se le concede la eutanasia, apelarán "hasta donde haga falta”.

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