Tener unos dientes blancos y una sonrisa brillante es la meta estética más común para muchas personas. El blanqueamiento dental es un procedimiento que es cada vez más popular, pero no todos los métodos tienen la misma eficacia, ya que, se pueden encontrar desde métodos caseros hasta procedimientos profesionales en clínicas odontológicas.
A medida que se envejece, los dientes pueden volverse más amarillentos. Esto también tiene relación con ciertos hábitos como el consumir café o fumar. El blanqueamiento dental es una sencilla forma de eliminar esas manchas y también, mejorar la apariencia de los dientes.
Hay que saber que todos los tipos de blanqueamientos dentales tienen como objetivo el mejorar el tono de los dientes y eliminar las manchas y decoloraciones que puedan haber en los mismos. También hay que tener en cuenta que no todos los procedimientos tienen los mismos resultados ni tampoco la misma duración, diferenciando principalmente entre los realizados en casa y los que se hacen en una clínica especializada.
Antes de realizarse cualquier tipo de blanqueamiento, los dientes deben estar lo más limpios posible, por lo que es recomendable hacerse una limpieza bucodental profesional para eliminar la placa bacteriana que pueda haber. También se recomienda eliminar cualquier caries que haya.
Blanqueamiento dental en clínica
Este sin duda es el método más efectivo y seguro para conseguir unos dientes más blancos. Siempre es realizado bajo la supervisión de un dentista, lo que permite que se pueda adaptar el tratamiento dependiendo de las necesidades específicas que pueda tener el paciente.
Para realizarlo se aplica un agente blanqueador como puede ser el peróxido de hidrógeno en una concentración alta, y para acelerar el proceso, se puede usar una luz LED o láser. Los resultados son muy rápidos, ya que, en una o dos sesiones se puede ver una diferencia notable.
Blanqueamiento en casa con gel
Este blanqueamiento se hace también bajo la supervisión de un dentista pero se puede realizar en casa. Para poder conseguir ese blanco deseado se utilizan unas férulas de plástico en las que se aplica un gel blanqueador. Esto permite que haya un control gradual para conseguir el tono deseado por lo que el tratamiento puede extenderse varias semanas.
Blanqueamiento en casa con productos de venta libre
Estos productos se pueden conseguir en las farmacias y, aunque, no son recomendados por dentistas, mucha gente opta por ellos debido a que son más económicos que los anteriores. Hay que tener en cuenta que su uso puede provocar posibles daños en el esmalte si no se utilizan de manera correcta, y también, pueden tener menos efectividad. Entre estos métodos se pueden encontrar:
Blanqueamientos con remedios caseros
Muchas personas recurren a estas técnicas naturales para intentar blanquear sus dientes, en muchos casos, pensando que son menos abrasivas que las anteriores. Pero, puede suceder el caso contrario y que se provoque un desgaste dental. Los métodos caseros más conocidos son el bicarbonato de sodio, carbón activado o cáscara de plátano. Los dentistas no suelen recomendar estos métodos, ya que, su efectividad es limitada y existe bastante riesgo de dañar el esmalte.
Una vez que se ha tomado la decisión de blanquear los dientes, no solo hay que prepararlos antes con una limpieza como hemos mencionado, también se tienen que cuidar de una manera más especial después de someterse al tratamiento. Para conseguir mantener los dientes más blancos y sanos lo que se aconseja es seguir unas sencillas pautas:
Además de escoger el tratamiento adecuado para blanquear los dientes, es esencial adoptar hábitos que puedan mantener los resultados y prevengan futuras manchas. Algunos alimentos y bebidas contribuyen a la decoloración de los dientes y han de ser consumidos con moderación.