La lucha de Desiderio y Soledad ha llegado a su fin. El matrimonio octogenario podrá vivir en una misma residencia tras la masiva recogida de firmas que organizó su hijo el pasado mes de octubre. Según informa Lídice Benito en el video, ambos sufren alzhéimer, una enfermedad que ataca cada vez a más jóvenes. La burocracia les obligaba a separarse si querían acceder a una residencia de carácter público, pero su historia ha tenido un final feliz.
Desiderio y Soledad, de 80 y 84 años, padecen alzhéimer. Ambos necesitan atención y cuidados las 24 horas, solo con la ayuda de su hijo José no es suficiente. Hace unos meses el matrimonio solicitó plaza para una residencia pública en Extremadura, pero se dio de bruces con la realidad burocrática. Los actuales criterios de asignación de plazas en residencias en Extremadura no tienen en cuenta el matrimonio.
La peor de las noticias llegó: Desiderio y Soledad se tendrían que separar tras convivir toda la vida juntos. Ante la injusta situación, su hijo no se quedó de brazos cruzados y decidió poner remedio a la situación. José se ha dedicado en cuerpo y alma durante meses a recoger más de 95.000 firmas en una plataforma online de peticiones: "Mis padres tienen 84 y 80 años y se cogen de la mano como si tuvieran 14. Cuanto más mayores, más carantoñas".
El pasado jueves, el hijo del matrimonio entregaba su petición en los servicios sociales de Mérida. La respuesta de la Junta de Extremadura no se ha hecho esperar. La recogida de firmas ha hecho que revaluaran el grado de discapacidad de su madre, que había sufrido un agravamiento importante en los últimos meses. Al haber pasado de grado 1 a grado 3, ha avanzado en la lista de espera y finalmente podrá estar en un centro público junto a su pareja.
La Junta se ha comprometido a instalarlos en menos de 15 días tras conocer la respuesta del matrimonio: “Creo que la familia está contenta, creo que tiene una posible solución por la que van a optar. Ahora tienen 24 horas para darnos una respuesta y podremos dar una solución inmediata”, exponía Estrella Martínez, directora de la SEPAD.
Aunque la petición no ha caído en saco roto, las condiciones no son las mejores. El matrimonio se verá obligado a marchar a una residencia a 150 kilómetros de su domicilio en Plasencia. Además, no se tratará del centro especializado en alzhéimer que ellos solicitaban porque no hay plazas disponibles. Aun así, su hijo se muestra más que satisfecho por la respuesta de la Junta: “Lo principal es que estén ellos juntos y que estén felices, que es lo que queremos. Aunque esté un poquito lejos, ya nos sacrificaremos por ellos, bastante se han sacrificado ellos por nosotros”.
José ha insistido en que su lucha ha terminado, pero hay miles de familias en España en su misma situación. En su reunión con el SEPAD, el extremeño ha puesto sobre la mesa la necesidad de modificar la normativa de dependencia de la comunidad para que se establezca prioridad a las parejas.
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