Recomendaciones a seguir durante el primer trimestre de embarazo
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Durante el primer trimestre hay que prestar especial atención a la alimentación y tomar los suplementos nutritivos necesarios
Estos tres primeros meses de embarazo son los más esenciales para el desarrollo del bebé y la adaptación del cuerpo de la madre
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El embarazo es una etapa que está llena de emociones, expectativas y, sobre todo, cambios físicos. Los tres primeros meses, los que conocemos como el primer trimestre, son especialmente importantes para el desarrollo del bebé y la adaptación del cuerpo de la madre al proceso que va a vivir durante 9 meses.
Durante este periodo, se van a establecer las bases para una gestación saludable, y para ayudar a este proceso, es aconsejable seguir una serie de recomendaciones. Éstas pueden marcar una gran diferencia en la experiencia del embarazo y también, en la salud del bebé.
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Alimentación equilibrada
Durante esta etapa, es fundamental mantener una nutrición adecuada. Durante este primer trimestre, los requerimientos de ciertos nutrientes pueden aumentar considerablemente. Uno de esos nutrientes es el ácido fólico, algo esencial para prevenir defectos del tubo neural. Se recomienda que las madres tomen una dosis diaria de 400 a 600 microgramos. Este nutriente se puede obtener de alimentos como espinacas, brócoli o legumbres, aunque se aconseja alcanzar esta dosis recomendada a través de suplementos prenatales para cubrirla completamente.
Por otro lado, algo también necesario para las futuras madres es el hierro, este es esencial para prevenir la anemia. Se puede tomar a través de carnes magras, lentejas y espinacas, aunque también se puede recurrir a suplementos para completar la dosis recomendada.
Los requerimientos de calcio también aumentan, ya que es necesario para la formación de los huesos y dientes del bebé. Este se puede obtener a través de leche, yogur o queso.
Algo importante en cuanto a la alimentación es evitar consumir alimentos crudos o poco cocinados, como pescados o carnes para así prevenir infecciones como la toxoplasmosis o la listeriosis.
Además, durante este primer trimestre se pueden tener síntomas como náuseas y vómitos, aunque cada mujer y cada embarazo es único, por lo general, suelen aparecer estos síntomas especialmente a primeras horas del día. Para que se aseguren los nutrientes necesarios tanto para la madre como para el bebé, es aconsejable comer en menor cantidad pero más veces al día, como cada 3 horas aproximadamente.
Mantener una hidratación adecuada
El agua es fundamental durante el embarazo para poder mantener la adecuada formación del líquido amniótico y el buen funcionamiento de los órganos. Durante esta etapa se recomienda tomar 2 litros de agua al día.
También se puede optar por opciones saludables como infusiones sin cafeína y caldos bajos en sal para mantener esta hidratación.
Realizar ejercicio físico
El ejercicio es muy beneficioso para las mujeres embarazadas, a menos que por prescripción médica pueda indicarse lo contrario. Lo ideal es que se hagan unos 30 minutos al día de ejercicio moderado y constante. Además de ayudar a la condición cardiovascular y muscular, es muy beneficioso para la embarazada, debido a que puede suponer que el embarazo y el parto vaya mejor al estar en una mejor condición física.
También contribuye a que se reduzcan los dolores de espalda, mejora el estado de ánimo, el suelo y ayuda a mantener un peso adecuado tanto para el bebé como para la madre.
Actividades como pueden ser yoga, pilates prenatal, senderismo o natación están muy recomendadas para las futuras mamás. Aún así, siempre es mejor consultar con un médico para comprobar que no hay ningún tipo de riesgo de practicar estos deportes.
Prestar especial cuidado a la piel
Durante los tres primeros meses de embarazo comienza un cambio de pigmentación, por lo que es fundamental aplicar protector solar para evitar manchas solares.
Además, también es recomendable que se lleve a cabo una rutina diaria de limpieza e hidratación de la piel. Introducir a estas rutinas, cremas antiestrías desde el primer momento, es una manera excelente de prevenir estas marcas al final del embarazo.
Reducir el consumo de café
Aunque el café no es una sustancia prohibida durante el embarazo y tampoco durante la lactancia, sí que es recomendable moderar su consumo, ya que un consumo excesivo de cafeína no es conveniente para el bebé. Se recomienda tomar como máximo una taza de café o té al día.
En caso de que guste mucho el café, se puede optar por sustituirlo por café descafeinado y, en el caso de infusiones, por aquellas que no contengan cafeína. Si se opta por consumir infusiones, hay que prestar especial atención a las que se escogen ya que algunas plantas pueden favorecer las contracciones uterinas si no se toman de manera adecuada.
Descansar adecuadamente
Desde el comienzo de la gestación es normal sentirse más cansada de lo normal. Cada día que pase, con el aumento del vientre, puede ser más incómodo dormir, por lo que acompañarse de una almohada de embarazo es una opción estupenda para dormir mejor.
Se recomienda incrementar las horas de sueño si es necesario y respetar los tiempos que se necesiten para descansar, estar relajada y sobre todo, evitar esfuerzos innecesarios.