Las 5 alergias más frecuentes en España
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Las alergias son reacciones inadecuadas por parte del sistema inmunitario frente al contacto con ciertas sustancias
Estas pueden provocar desde estornudos, secreción nasal o asma, hasta producir urticarias o reacciones anafilácticas muy peligrosas
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En España, las alergias afectan a millones de personas. Éstas son una de las afecciones crónicas más comunes en la población. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) sostiene que más del 25% de los españoles sufre algún tipo de alergia. Esta cifra no ha parado de crecer en las últimas décadas.
Las alergias son una reacción inadecuada del organismo frente al contacto con ciertas sustancias, las que se denominan alérgenos, que aunque para la mayoría de persona son completamente inofensivas, para el sistema inmune de otras personas se perciben como nocivas.
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Las alergias más comunes
Alergia al polen
La alergia al polen o polinosis es una reacción que se produce a distintos tipos de polen que, al estar presentes en la atmósfera, entran en el organismo a través de las mucosas y producen procesos respiratorios como la rinitis o el asma.
Este polen puede proceder de distintas plantas como pueden ser árboles, arbustos o flores. En nuestro país, hay un gran porcentaje de personas que sufren alergia a las gramíneas, el olivo o la arizónica. Según sostiene la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, esta alergia la padecen unos ocho millones de personas.
Alergia a los ácaros del polvo
Es otra de las alergias más comunes y es provocada por unos minúsculos arácnidos que habitan en los espacios con polvo doméstico. No son visibles para el ojo humano, ya que, dependiendo de la especie pueden medir hasta 0,5 milímetros. Estos ácaros se encuentran a menudo en lugares cerrados donde hay polvo y también, donde se pueden acumular restos de descamación de piel, ya que se alimentan de ello.
Alergia a los animales
Esta reacción alérgica es a las proteínas que se encuentran en las células de la piel, la saliva o la orina de un animal. El alérgeno más frecuente son las partículas microscópicas de caspa o piel descamada que se pueden desprender del animal y que se quedan flotando en el aire. Esto suele suceder más con perros y gatos, aunque cualquier animal con pelo puede provocar este tipo de alergia.
Lo más común es que esta alergia se manifieste a través de la rinitis alérgica, aunque también pueden provocar asma, urticaria o conjuntivitis.
Alergias alimentarias
Suelen ser alergias provocadas por las proteínas de ciertos alimentos. Los alimentos que pueden desencadenar reacciones alérgicas con mayor frecuencia son los frutos secos como las nueces, avellanas, cacahuetes o almendras, el trigo, la soja, el pescado, los mariscos, el huevo, la leche y los productos lácteos. No hace falta ingerir mucha cantidad de alimento para que se pueda desencadenar la alergia, con una mínima cantidad de alimento puede ser suficiente.
Alergias a la picadura de ciertos insectos
En este caso es debido a la reacción que provocan las proteínas del veneno de ciertos insectos como pueden ser abejas, avispas, mosquitos en ciertas personas, lo que provocan reacciones alérgicas. En ciertas ocasiones puede presentarse con urticaria generalizada, dificultad para respirar, tos, silbido en el pecho, inflamación en los ojos y boca, mareos y hasta pérdida de la conciencia. En ciertos casos muy graves, pueden provocar shocks anafilácticos provocando la muerte.
¿Por qué se producen las alergias?
El sistema inmunitario de nuestro organismo tiene como función defenderlo frente a sustancias extrañas, las cuales se denominan antígenos. En ciertos casos en los que hay predisposición, el sistema inmunitario puede reaccionar de forma indebida o excesiva al exponerse a sustancias concretas que le resulten extrañas, a estas se le denominan alérgenos.
Lo que sucede es que el sistema inmunitario reconoce estos alérgenos como potencialmente peligrosos, algo que no le pasaría a una persona que no fuera alérgica, y hace que se active una respuesta inmunitaria, lo que se conoce como una reacción alérgica.
Esta respuesta exagerada por parte del sistema inmunitario puede traducirse en una serie de trastornos con síntomas que pueden suponer una mayor o menor gravedad. Puede ir desde el más frecuente y menos grave que es una rinitis o rinoconjuntivitis, que son estornudos, picor en la nariz y estornudos, sumados a la secreción nasal acuosa, congestión nasal y ojos llorosos.
Otra respuesta muy frecuente es la urticaria, que se trata de pequeñas zonas hinchadas que forman ronchas de color rojo y con cierto relieve. Si afecta a grandes zonas de piel se denomina angioedema, y su gravedad puede depender de la zona del cuerpo afectada, ya que puede suceder en cualquier parte del cuerpo, siendo de mucha gravedad cuando aparece en vías respiratorias o la garganta.
Una respuesta menos frecuente son los vómitos, náuseas, dolor abdominal o diarrea, y en ciertos casos, pueden provocar conjuntivitis.
Los casos más graves y, por suerte, los menos frecuentes son los que provocan reacciones anafilácticas, que son reacciones alérgicas repentinas, generalizadas, potencialmente graves y con riesgo de muerte.
Además, hay que tener en cuenta que en ciertas ocasiones, una persona que es alérgica lo es a más de un alérgeno.