El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la compra de la Casa Orsola: “Ningún inquilino tendrá que irse”

La Casa Orsola se ha convertido en el símbolo de la resistencia frente a la especulación inmobiliaria. La movilización social logró evitar cada intento de desahucio, como el de Josep, el profesor de matemáticas al que el fondo buitre propietario del edificio quería echar tras 24 años viviendo allí. Según informan Sonia Belmonte y Ana García Quesada en el vídeo, el Ayuntamiento de Barcelona sale al rescate y compra el inmueble para destinarlo a vivienda de alquiler social. Así lo ha anunciado el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, que ha asegurado que “ningún inquilino tendrá que irse”.

La presión de la calle evitó el desahucio de los últimos inquilinos de la Casa Orsola, que desde hace tres años estaban batallando para poder renovar sus contratos y continuar viviendo allí. Su pelea se había transformado en un clamor popular en defensa del derecho a la vivienda, con precios por las nubes en Barcelona.

Ahora, el Ayuntamiento de Barcelona ha salido al rescate para comprar el edificio. El anuncio del alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, se entiende como una victoria por el derecho a la vivienda. El primer edil ha asegurado que "ningún inquilino tendrá que irse de Casa Orsola".

"La propiedad ha aceptado vender la Casa Orsola por 9,2 millones de euros, un 30% por debajo del valor de mercado que hay en el Eixample. Se suspenderán los desahucios previstos", ha dicho en rueda de prensa.

Actualmente, en Casa Orsola existen 7 viviendas con alquiler indefinido, 7 de temporada, 5 con contrato de alquiler vigente, 5 en proceso de demanda o procedimiento judicial y 2 vacíos por lo que, tras la compra, el Ayuntamiento podrá poner un total de 9 pisos en el parque público de vivienda: los dos vacíos y los siete de alquiler de temporada.

Respecto a los contratos vigentes, Bonet ha asegurado que se mantendrán, si bien los alquileres de temporada se pondrán a disposición de la "bolsa de alquiler de la ciudad" cuando estos finalicen, ha explicado el alcalde.

Se suspenden los desahucios y los pisos se destinan a alquileres sociales y asequibles. Un triunfo para Josep, “han sido tres años de incertidumbre, de lucha, de dolor y sufrimiento, pero ahora vemos un poco de esperanza”.

Desde el Sindicato de Inquilinos también han celebrado la compra del edificio aunque, su portavoz, Carme Arcarazo, ha afeado al consistorio que la negociación se haya “hecho a espaldas de los vecinos". Además, desde el sindicato destacan que esta victoria es “gracias a estos inquilinos que decidieron quedarse y organizarse cuando recibieron un burofax que les decía que cambiaba la propiedad y se tenían que ir a la calle”.

El acalde destaca la importancia de "cambiar las reglas del juego"

Pero, desde el consistorio advierten que el problema de la vivienda en Barcelona no se arregla comprando edificios, porque son muchos los que están en esta situación. Collboni ha celebrado que con la compraventa se solucione el conflicto generado con el inmueble, si bien ha pedido "ser conscientes de la complejidad de esta operación" la cual, ha avisado, no se podrá repetir exactamente en todas las situaciones. En este sentido, ha señalado que el Ayuntamiento irá "caso a caso, ya que la casuística es infinita" y los recursos municipales son limitados, para poner solución a este tipo de situaciones.

"Tenemos que perseverar en esta voluntad de cambiar las reglas del juego en Barcelona y en todas las ciudades europeas que sufrimos el mismo problema", lo que pasa por, regular precios de compra y alquileres y prohibir más pisos turísticos. 

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