La DANA que arrasó con Valencia el pasado 29 de octubre ha dejado un escenario apocalíptico en los municipios damnificados. Más de tres meses después de la riada siguen saliendo a la luz historias desoladoras de familias que han perdido todo. Según informa Manu Reyes, familias como la de Andrea y Carlos se ven obligadas a vivir en condiciones inhumanas. La pareja se aloja en una tienda de campaña después de ver cómo su casa quedaba destruida tras la tromba de agua. La DANA ha dejado casi 1.500 casas inhabitables y 300 edificios tendrán que ser demolidos, pero detrás de las cifras hay relatos que marcarán la historia de Valencia.
La casa de Andrea y Carlos fue una de las víctimas del tsunami de lodo que se llevó todo a su paso la tarde del 29 de octubre. La pareja vivía junto a sus dos hijas en un inmueble de alquiler en Torrent, una de las localidades más afectadas por la riada. Un par de horas fue suficiente para que su casa fuese destruida: “Nos hemos quedado sin coche, nos hemos quedado sin techo y sobre todo, nos está quitando lo único que podemos tener, que es la felicidad y la tranquilidad”.
100 días después de la DANA, la pareja se encuentra viviendo en condiciones infrahumanas. Ambos se alojan en una tienda de campaña en mitad del invierno: “Esto es inhumano, ayer hizo un frio increíble y hoy por la mañana ya está haciendo frio”. Andrea y Carlos intentan sacar a sus dos niñas adelante con un trabajo a media jornada y viviendo sin un techo.
Las pequeñas se están alojando en la casa de su abuela, pero la pareja duerme bajo la tela de la tienda. Han pasado por casas de familiares y amigos, pero no quieren separarse: “Te pueden acoger un día, pero al fin y al cabo, estamos solos”. Lo que más les preocupa es la felicidad e infancia de sus niñas, que también se está viendo afectada por las circunstancias: “Le das una ayudita chiquitina y ya está llorando un montón”.
Aunque estén recibiendo la ayuda de amigos, familiares y organizaciones como Cáritas o Cruz Roja, no han podido acceder a las ofertadas por el Gobierno. Ambos se alojaban en una vivienda de alquiler en negro. Además, no se encontraban empadronados, vivían al día y no afrontaron la burocracia necesaria. La pareja se encuentra al límite: “La DANA nos quitó el techo y ya esto nos ha destrozado la vida”.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Tras conocer el caso de la familia a través del equipo de Noticias Cuatro, el Ayuntamiento de Torrent se ha comprometido a darles una solución lo antes posible.