La reconstrucción tras la DANA en Valencia se está complicando por la falta de profesionales en algunos oficios especializados. Faltan manos y las empresas no las acaban de encontrar. “Hoy quien no quiera trabajar es porque no le gusta, sobre todo en este pueblo”, afirma José Antonio, electricista en Paiporta, donde han encontrado refugios debajo de las casas.
La DANA dejó cientos de viviendas sin instalación eléctrica y hay gente que lleva más de un mes sin luz. José Antonio está desbordado a pesar de que él también lo perdió todo: “Es muy difícil atender a todo el mundo porque nuestros negocios están caídos. Lo perdimos todo”.
Carlos Cifuentes, gerente de ‘Nivel 10’, ultima la reparación de una vivienda que se llevó parte de la DANA. Hoy, ponen a punto una clínica dental. “Nos necesitan para reactivar sus negocios cuanto antes”, reconoce. Pero le faltan manos: “Tenemos mucha escasez de mano de obra cualificada”.
En una fábrica tienen una plantilla de 13 trabajadores cuando habría trabajo como para 20 personas. “Están esperando que les montemos el mobiliario para que puedan seguir adelante, pero no damos abasto y no encontramos a gente que quiera trabajar tampoco”, sostiene Cifuentes.
La misma situación le ocurre a José Antonio, electricista, quien tiene una lista de espera de mínimo dos semanas solo para hacer un presupuesto. Los estragos de la DANA van a durar mucho tiempo porque trabajo hay, lo único que falta es gente que quiera hacerlo.
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