Este es el tiempo exacto que debes cocinar la pasta para que quede 'al dente’

Cuando se come pasta, en Italia, no hay más opciones que prepararla “al dente”. Esto es, ni más ni menos que cocerla hasta que esté lo suficientemente cocida, pero ligeramente dura. Independientemente del tipo de pasta o de la salsa con la que se vaya a acompañar, el punto de cocción es el mismo y ha de ser exacto.

Esto es algo que los italianos controlan de una manera genial, pero, el resto de europeos hacemos, normalmente, la pasta un poco pasada. Además, solemos añadirle cosas que para ellos son completamente innecesarias, como echarle un chorro de aceite al cocerla, algo con lo que ellos se llevan las manos a la cabeza.

Cuánto tiempo tiene cocerse la pasta

Para conseguir el punto ideal de cocción hace falta dejar la pasta cocinando un tiempo concreto. Pero hay que prestar atención a más cosas que el tiempo, y el agua es un factor que hay que tener en cuenta. La regla general para acertar con la cantidad de líquido es 1-10-100, es decir, un litro de agua por cada 100 gramos de pasta.

Evidentemente hay que diferenciar cuando se va a cocinar pasta fresca y pasta seca. La más común en todos los hogares es la segunda, ya que es más económica y se puede almacenar durante mucho tiempo.

El punto de cocción ideal de la pasta se consigue entre los 8 y 12 minutos de cocción, aunque si se pregunta en Italia, dirían que como mucho la pasta debe estar cociendo 7 minutos. La verdad es que cuanto más tiempo pase, más blanda quedará la pasta. En el caso de usar pasta fresca con tres o cuatro minutos sería más que suficiente.

Los paquetes de pasta suelen indicar el tiempo tanto de cocción “al dente” y suave. Un truco para que la pasta quede con una textura ideal es darle el tiempo que dice el paquete, pero restando un minuto. Es justo ese momento cuando se tendría que probar la pasta para comprobar que efectivamente está “al dente”.

Otro detalle que hay que tener en cuenta es que la pasta va a mantener su calor después de escurrirla, por lo que va a seguir cociéndose unos minutos más, por esto, es aconsejable sacarla un poco antes.

A la hora de cocer la pasta, un detalle a tener en cuenta es añadir la sal al agua antes de que hierva, así sazonará y también mejorará la textura de la misma.

Algo que no debe hacerse cuando se cuece pasta es cortar la cocción de la misma enjuagándola con agua fría. Esto lo único que va a hacer es que el almidón necesario para que las salsas queden perfectas se elimine.

Beneficios de comer la pasta “al dente”

Evita los picos de glucosa

La pasta “al dente” va a ayudar a mantener un índice glucémico bajo, haciendo que los niveles de azúcar en sangre y la insulina se mantengan estables. También ayuda a evitar el almacenamiento de grasa. Además, ayuda a que haya un mejor equilibrio entre la energía del organismo y el hambre.

Los hidratos de carbono se liberan de manera progresiva

El tener un bajo índice glucémico, va a hacer que los hidratos de carbono se puedan liberar de una manera más progresiva a la sangre. La pasta “al dente” tarda más en digerirse, pero también hace que los niveles de glucosa tardan más en ascender. Esto significa que puede hacer que un deportista pueda rendir mejor durante más tiempo.

Cuando un deportista va a enfrentarse a un ejercicio de larga duración como puede ser una maratón o una carrera ciclista, necesita que el cuerpo mantenga estables los niveles de glucosa en sangre. Comiendo pasta “al dente”, va a ser el propio organismo quien va a ser capaz de administrar sus reservas e ir liberando los hidratos de carbono de la pasta de manera más gradual.

Ayuda a comer más lento

Al tener una textura más dura que la pasta cocida suave, hay que prestar una mayor atención al masticar, lo que hace que se coma más despacio. Esto ayuda, además de poder saborear y disfrutar mucho más la pasta y la salsa que la acompañe, es bastante beneficioso, ya que, le da tiempo al estómago para poder liberar las hormonas que hacen que se sienta saciedad y, así no comer demasiado.

¿Cómo se hace la pasta “al dente?

Lo primero que hay que hacer es seleccionar una pasta de calidad. Una vez que se tenga, se tiene que prestar atención a la cantidad de agua, y atender a la regla que hemos mencionado anteriormente, 1 litro de agua por cada 100 gramos de pasta. Y se añade la sal antes de que comience a hervir el agua como hemos dicho antes.

Cuando el agua está hirviendo, es el momento de introducir la pasta en la cazuela. Lo más recomendable es removerla para que no se pegue. Una vez que se deja cocer la pasta un minuto menos de lo que dice el fabricante en el paquete, se puede comprobar que la pasta está “al dente”. Si es así, es el momento de retirar la pasta del fuego.

Una vez que esté escurrida, se puede mezclar con la salsa ya caliente, y se ha de servir rápidamente para que no pierda la textura ideal. Hay que tener en cuenta que hay recetas como, por ejemplo, la carbonara italiana que requiere de agua de cocción para hacer la salsa. Por esto, es aconsejable no desechar el agua hasta que se finaliza la receta y se sirve la pasta.

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