Las mejores bravas de Madrid se comen en estos bares

  • Se trata de un plato que es sencillo en apariencia, que combina patatas fritas con una salsa picante cuya receta varía en función del establecimiento

  • Algunas recetas apuestan por una salsa cremosa y suave, mientras que otras buscan un sabor más intenso y picante

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Las patatas bravas son una de las tapas más emblemáticas de la gastronomía madrileña, y su degustación es casi un ritual para se atreven a pedirlas. Se trata de un plato que es sencillo en apariencia, combinando patatas fritas con una salsa picante cuya receta varía en función del establecimiento en el que nos encontremos, lo que ha dado lugar a una competencia amistosa entre bares por ofrecer las mejores bravas de la ciudad. 

Esa ‘manga ancha’ con la salsa hace que no pueda hacerse una lista completa y definitiva, ya que dependerá de los gustos de cada comensal a la hora de preferir más o menos picante, mayor o menor densidad de la salsa, etc. Por eso, os queremos ofrecer una lista de los lugares que popularmente se dice tienen las mejores bravas de Madrid, y ya vosotros decidís en cuál de ellos os gusta más este plato. 

Las 9 paradas obligatorias para comer patatas bravas en Madrid

Docamar

Ubicado en el barrio de Quintana, Docamar es reconocido por muchos como el templo de las patatas bravas en Madrid. Desde 1963, este establecimiento ha deleitado a sus clientes con una salsa brava cuya receta se mantiene en secreto y que incluso se comercializa embotellada debido a su popularidad. Las patatas, cortadas en dados y fritas al punto, se sirven generosamente bañadas en esta salsa. 

Las Bravas

Aunque cuenta con varios locales en la capital, el original está situado en el corazón de Madrid, cerca de la Puerta del Sol. Este es otro de los referentes en cuanto a patatas bravas se refiere. Este establecimiento afirma ser el creador de la auténtica salsa brava, una mezcla picante y sabrosa que ha conquistado a generaciones de madrileños y turistas. La salsa, patentada por el propio local, es el alma de sus bravas. 

Casa Felisa

Localizada en el barrio de Prosperidad, Casa Felisa se ha ganado un lugar entre los mejores bares de Madrid gracias a sus tapas tradicionales, entre las que están sus patatas bravas. Las patatas están cortadas en dados gruesos y se sirven con una salsa casera ligeramente picante, que equilibra la acidez del tomate con un toque de especias. 

Bar Los Chicos

En el barrio de Chamberí, Bar Los Chicos se ha ganado una merecida reputación por sus patatas bravas. Este bar de toda la vida ofrece una salsa única y secreta que ha recibido múltiples reconocimientos como una de las mejores de Madrid. La combinación de patatas en su punto justo y una salsa sabrosa y ligeramente picante ha convertido a este establecimiento en una parada obligatoria para los amantes de este plato. 

Taberna y Media

Moviéndonos hasta el barrio de Retiro, encontramos Taberna y Media que ha conseguido hacerse un nombre en el mundo de las patatas bravas. En 2020, este establecimiento ganó el primer premio en el I Campeonato Mundial de Patatas Bravas, lo que avala la calidad de su propuesta. Sus bravas se caracterizan por ser cremosas por dentro y crujientes por fuera, acompañadas de una salsa que es una derivación del mojo picón, lo que las da un toque distintivo y delicioso. 

Bar Alonso

Con más de medio siglo de historia, Bar Alonso es un clásico de Madrid que ha sabido mantener la calidad de sus patatas bravas a lo largo de los años. Su salsa, con un toque de tomate y pimentón, se combina perfectamente con las patatas fritas en su punto, ofreciendo una experiencia que transporta a los comensales a la esencia de las tabernas madrileñas de antaño. 

Casa Baranda

Hermana de la emblemática Bodega La Ardosa, Casa Baranda ofrece unas patatas bravas que han conquistado a los paladares más exigentes. Servidas en raciones generosas, las patatas presentan un tamaño medio y están bañadas en una salsa brava objetivamente picante y untuosa, que invita a acompañarlas con una bebida bien fría para compensar el ardor. 

La Retasca

La Retasca cuenta con una amplia y deliciosa carta de aperitivos y tapas tradicionales, que incluyen desde las gildas a los torreznos, pasando por las patatas bravas, por supuesto. En esta ocasión la receta es la clásica, repleta de sabor, pero no de picante. Las patatas van cortadas en dados pequeños, lo que hace que la salsa moje fácilmente cada rincón del plato. 

Bar Melilla

Junto a Madrid Río se encuentra este bar que tiene unas patatas bravas que poco tienen que envidiar a las que se hacen llamar “las mejores patatas bravas de Madrid”. Se sirven con una salsa casera cocinada cada día, cuya composición es todo un secreto, pero es cierto que algunos días pica más que otros. Las patatas, por su parte, son irregulares, sabrosas, crujientes y cremosas por dentro. 

No hay dos platos de bravas iguales

Aunque las patatas bravas son una receta sencilla, cada establecimiento imprime su sello distintivo en el plato. La diferencia radica en detalles como el corte de las patatas, el tipo de fritura y, sobre todo, la elaboración de la salsa brava. Algunas recetas apuestan por una salsa cremosa y suave, mientras que otras buscan un sabor más intenso y picante, logrando que cada lugar ofrezca una experiencia única.

En algunos casos, bares y restaurantes han innovado en la presentación del plato. Por ejemplo, establecimientos como Taberna y Media han incorporado influencias de otras cocinas, como el mojo picón canario, para dar un giro moderno a este clásico.