El baño es una de las estancias en la que si sale algo mal, puede cundir el pánico al instante. En caso de que se obstruya el inodoro, puede suponer un gran quebradero de cabeza, ya que limpiar un desastre así no es una tarea sencilla. El primer pensamiento puede ser recurrir a herramientas complejas o a químicos bastante agresivos. Pero, en realidad, la solución de este problema es algo mucho más sencillo y menos dañino para la salud.

Desde siempre, se ha podido escuchar y, ahora, ver el poder que tiene un refresco de cola a la hora de eliminar un atasco en una tubería. Es impresionante ver cómo es capaz de disolver esta obstrucción en apenas minutos, dejando a un lado los productos químicos que pueden llegar a corroer y romper las tuberías, provocando un daño mayor del que hay.

En este caso, también tiene el poder de desatascar inodoros. El refresco de cola tiene una composición rica en ácido fosfórico y gas carbónico, que juntos son capaces de disolver taponamientos de residuos acumulados de una manera sorprendente.

Para poder desatascar el inodoro en apenas unos minutos hay que, lo primero, tener a mano una botella de dos litros de refresco de cola. Después, hay que verterlo por el inodoro asegurándose de que el líquido llega directamente al atasco.

Una vez hecho, hay que bajar la tapa del inodoro y dejarlo actuar al menos dos horas. En este tiempo, los ácidos y el gas van a tener tiempo de descomponer los residuos que hayan provocado ese atasco.

Si el atasco persiste, hay que dejarlo actuar más tiempo, lo más recomendable es dejarlo actuar durante toda la noche, mientras se duerme. Otra opción si el atasco persiste, es echar un poco más de refresco con cuidado de no llegue a rebosar.

Cuando se note que el nivel del agua comienza a bajar, se puede tirar de la cisterna para confirmar que el atasco ha desaparecido y la tubería está limpia.

Con este método, se evita utilizar productos químicos que puedan ser agresivos, además este truco es algo económico, y también seguro.

En el caso de que el refresco no haya podido solucionar el problema, o se prefiere utilizar otro método. Existen trucos más tradicionales que pueden ser igual o más efectivos:

Desatascador de ventosa

Este es el método que podría decir que es el más común y usado. En el caso de que la taza esté llena, hay que retirar parte del agua antes de introducir el desatascador. Simplemente hay que colocar la ventosa en la base del inodoro y hacer movimientos de presión repetitivos durante unas 15 veces. Después, hay que levantar la herramienta de manera brusca para que el vacío que ha producido se rompa y se vea que el nivel del agua está bajando. Estos movimientos es aconsejable hacerlos con cuidado para evitar que el agua sucia salpique.

Bicarbonato y vinagre

Para este método hay que agregar una taza de bicarbonato y después verter dos tazas de vinagre blanco lentamente. Se tiene que tener en cuenta que la mezcla de estos dos elementos va a crear burbujas, por lo que es recomendable hacerlo con cuidado y despacio para evitar que se pueda desbordar o que salpique. Se deja actuar durante unos 5 minutos y, después, con ayuda de la escobilla del baño se limpia la base del inodoro.

Jabón para platos y agua caliente

Este es otro método sencillo, se debe verter media taza de jabón de lavavajillas en la taza del inodoro. También se puede utilizar champú o jabón en barra hecho pequeños trocitos. Una vez pasados unos minutos, se añade agua caliente desde una altura media para poder ejercer una mayor presión. Hay que tener en cuenta que el agua no debe hervir, ya que puede romper la taza del inodoro. Una vez que se ha vertido el agua, se deja actuar durante unos 20 minutos. Si no ha conseguido liberar por completo el atasco, se puede repetir el proceso sin problema.

Lejía

Este método es el más agresivo, y para hacerlo es conveniente tener el baño aireado para no intoxicarse. Aún así, la lejía puede ser el método más efectivo en caso de atascos resistentes. Se añade dos o tres tazas de lejía al agua acumulada y se espera, con la tapa bajada, a que se vayan descomponiendo los residuos que estén provocando el atasco. Después se tira de la cisterna.

Antes de aplicar cualquiera de estos métodos, es conveniente proteger el suelo del baño con algún plástico, sobre todo en el caso de la lejía y el vinagre y bicarbonato para evitar que pueda producir algún daño en el suelo.