El pasado 29 de junio de 2023, entró en vigor en España una ley que prohibía las llamadas comerciales sin consentimiento previo. Estas son las famosas llamadas de spam que se reciben, por lo general, a horas bastante incómodas para intentar vender algún producto o servicio.

Por todos es conocido que las compañías de teleoperadoras emplean un marketing bastante agresivo y desagradable que, por lo general, el final de la llamada siempre era el mismo: el cliente colgaba enfadado. Pero no quedaba con que, por lo general, llamaran siempre a una hora que no procedía, sino que esto podía pasar varias veces al día.

Ya no es solo el hecho de que se puedan recibir llamadas para que intenten vender algo al usuario, también hay una creciente alerta por llamadas relacionadas con fraudes telefónicos. Por lo que ya no es solo que se puedan recibir llamadas de telemarketing, es que hay que estar en constante alerta, ya que se pueden producir posibles intentos de estafa.

Por lo que, para evitar este problema y protegerse tanto de los intentos de fraude como de las llamadas comerciales que puedan filtrarse, hay una función en los teléfonos móviles que impide que el número del usuario sea visible al recibir o realizar llamadas. Esto significa que el número aparecerá siempre como “desconocido”.

Esto va a hacer que a las empresas comerciales o, también, a los ciberdelincuentes les sea mucho más difícil que tengan acceso a la información de cualquier ciudadano. Esto va a hacer que no se puedan identificar llamadas ni tampoco asociar un número telefónico a unos datos personales.

¿Cómo se hace?

En dispositivos iPhone, se tiene que abrir los ajustes del teléfono, después acceder al apartado Teléfono. Tras esto, se localiza la opción de Mostrar ID de llamada y posteriormente se desactiva esta función.

En dispositivos Android, se abre la aplicación de Teléfono o Llamadas, se pulsa en los tres puntos para poder entrar al menú de Ajustes. Una vez dentro se busca y selecciona la opción de Servicios Complementarios y se desactiva la opción de Mostrar ID de llamadas o ID de llamadas y antispam.

Al activar esta configuración, se reducen bastante las posibilidades de que se pueda recibir llamadas no deseadas y también, se protege más la seguridad de los datos personales para que cualquier intento de fraude telefónico sea más complicado.

Otra opción a la que mucha gente recurre es apuntarse a la Lista Robinson para acabar con este abuso. Esta lista es un servicio que tiene como objetivo disminuir la publicidad recibida, y no deseada. Las entidades y empresas deben consultar esta lista cuando quieran enviar publicidad sin el consentimiento de los destinatarios.

Apuntarse a la lista es muy sencillo, se puede hacer online y tan solo hay que rellenar los datos personales que piden. Ahí, se puede escoger entre todas las opciones que se quieran activar o desactivar.

Esta lista es efectiva, pero no es milagrosa. Va a reducir sustancialmente la publicidad que se va a recibir, aunque no puede garantizar que no se vuelva a recibir ninguna llamada de alguna empresa de telemarketing. Esta lista no va a proteger al usuario de aquellas empresas a las que en algún momento le pudo dar el consentimiento para que llamaran, pero sí que puede hacerlo de aquellas empresas a las que nunca se dio autorización alguna a que pudieran establecer contacto comercial.

Aunque es cierto que con la entrada en vigor del artículo 66.1 de la Ley General de Telecomunicaciones, este tipo de llamadas quedaban terminantemente prohibidas y con una sanción para las compañías de hasta 100.000 euros. Pero esto no ha frenado a quienes emplean el telemarketing abusivo para vender.

Saltarse la Lista Robinson puede acarrear un castigo económico bastante serio para las empresas que lo hagan, ya que están infringiendo los derechos de los consumidores anotados en la Ley Orgánica.

De hecho, ya se han puesto varias sanciones a empresas que se han saltado esta lista. Para ello, lo que hay que hacer es interponer una denuncia en la sede de la Agencia Española de Protección de Datos para que quede constancia de la ilegalidad que la empresa está produciendo.

Se han llegado a dar casos de empresas que tuvieron que enfrentar una multa económica, uno de ellos fue el caso de la Mutua Madrileña, que tuvo que pagar 40.000 euros por saltarse esta lista. Lo que sucedió fue que un usuario comunicó en varias ocasiones que no quería volver a recibir llamadas comerciales por parte de esta empresa, aunque siguió recibiéndolas, por lo que la empresa fue sentenciada por no elaborar administrativamente la exclusión de la actividad publicitaria y dejar fuera a los usuarios que no quisieran recibir estas llamadas.