La terapia IRE: una alternativa menos invasiva para erradicar los tumores no operables

Los últimos datos de la OMS confirman que más de 20 millones de personas en el padecen algún tipo de cáncer. La enfermedad mortal es cada vez más frecuente, aunque poco a poco se van instaurando nuevas terapias para combatirla, como la basada en células CAR-T. La terapia IRE o electroporación irreversible se ha convertido en una nueva alternativa para erradicar tumores no operables, consolidándose según los expertos como una de las terapias menos invasivas. 

La terapia IRE es la gran alternativa a las cirugías por cáncer. En muchas ocasiones, el tumor maligno se encuentra en una zona extremadamente delicada donde es peligroso operar. La electroporación irreversible es capaz de reducir el tumor y aumentar la supervivencia de los pacientes. 

La electroporación irreversible está basada en la electricidad

La IRE está basada en la electricidad, tal y como explica un radiólogo intervencionista: “Insertamos las agujas en el centro del tumor. Estas agujas van conectadas a unos cables de un generador que emite energía. Se produce una corriente eléctrica entre ambas agujas, que están quemado y produciendo una necrosis de todo el tumor”. 

Para la intervención, es necesario emplear “anestesia local y en algunos pacientes sedación”. El proceso “es mínimamente invasivo”, ya que no se abre en ningún momento al paciente, además de “muy preciso”. Todo el tratamiento es guiado “con métodos muy avanzados de imagen” y tiene “los mimos resultados que la cirugía clásica” sin complicaciones apenas. 

La terapia IRE es perfecta para los tumores localizados en el páncreas, hígado, riñón o próstata

Según la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), la terapia IRE consigue eliminar por completo la célula maligna sin dañar las estructuras vitales que rodean el tumor. La electroporación irreversible se consagra como una de las mejores alternativas para aquellos tumores localizados especialmente en el páncreas, hígado, riñón o próstata, como fue el caso de Ricardo, a quien detectaron un tumor en el centro del único riñón que le funcionaba. 

Ricardo se sometió a la terapia IRE después de barajar la cirugía clásica. La operación implicaba el riesgo de perder un único riñón, por lo que la electroporación irreversible fue clave para erradicar el temor “sin tratamiento y sin dolores”.  

En apenas 24 horas, los pacientes son capaces de regresar a casa tras someterse a la terapia IRE, la que se ha consolidado como una de las terapias más efectivas y menos invasivas. 

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