Pablo Álvarez, el astronauta español de la Agencia Espacial Europea regresa a Madrid después de enfrentarse a seis duros meses de entrenamiento en los centros de la NASA y la ESA. Como informa Irene Fernández Novo en el video, Noticias Cuatro ha estado con el astronauta en el centro de la ESA de Villanueva de la Cañada, donde nos ha contado su experiencia en la formación a la que se ha sometido para poder viajar al espacio antes del año 2030.
Siguiendo los pasos de Pedro Duque, el astronauta Pablo Álvarez viajará al espacio antes de 2030, el primer español desde hace 30 años. Todavía no hay una fecha establecida para la misión, pero el ingeniero aeronáutico lleva meses formándose para ello, después de ser seleccionado entre miles de candidatos en 2022.
Hace seis meses, el astronauta comenzaba una dura formación que lo ha preparado para cualquier situación que se le presente: desde clases de ruso hasta caminar sin gravedad. La variedad de la formación ha sido abismal, pero Álvarez no ha tenido ningún tipo de dudas en destacar las sesiones más complicadas.
La piscina de la NASA ha sido lo más duro de los entrenamientos: “Estamos debajo del agua unas seis horas y como te puedes imaginar, el traje es muy pesado, pesa 145 kilos”. Lo peor no eran las propias sesiones de piscina, sino que “dos o tres días después de un entrenamiento de esos lo sigues notando con agujetas, con moratones”. Las condiciones de los entrenamientos eran extremos: “de tener todas las uñas moradas hasta algunos compañeros incluso perderlas”.
En este duro entrenamiento les han preparado para todo, desde lo más complejo como "reparar cualquiera de los sistemas", hasta lo más básico, "si se estropea el baño vas a tener que remangarte y ser tu el que lo arregle". Pablo confiesa que lo que más le apetece es "hacer un paseo espacial, enfrentarte al vacío del espacio es una de las cosas que más me apetece probar". Aunque ese momento supone mucha presión porque "no puedes fallar en nada, ahí tu vida si que está en peligro, es, con diferencia, lo más peligroso que hacemos y tienes que estar preparado tanto física como mentalmente".
Pablo volará a la Estación Espacial Internacional antes de 2030 lo que le da "un poquito de respeto, un poquito de miedo si da, sería muy poco humano no reconocerlo".
Todavía no sabemos cuáles serán sus siguientes objetivos, ¿la Luna? ¿Marte?: "La luna espero espero tener alguna oportunidad, marte me parece algo para la siguiente generación de astronautas".
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