El informativo de Noticias Cuatro comenzaba hace un mes con la riada que anegaba las calles y arrastraba coches en la Comunidad Valenciana, donde ahora los vecinos esperan las ayudas para salir adelante. Nadie podía imaginar las consecuencias reales de una DANA que se ha convertido en la segunda peor catástrofe de la historia. Esta tragedia dejó 222 muertos y labores de rescate que todavía continúan por las personas desaparecidas.

El día 29 de octubre fue una jornada fatídica que lo cambió todo en Valencia. A las 07:36 horas de la mañana, la AEMET ya había activado el aviso rojo, pero no fue hasta las 20:11 horas de la tarde cuando el CECOPI lanzó el aviso a los móviles. El mensaje, que advirtió de los riesgos de circular por la provincia, llegó tarde.

La cifra de destrucción que dejó la DANA -el mayor desastre natural de la historia reciente de España- son devastadoras. En total, fueron 230 muertos: uno en Andalucía, siete en Castilla-La Mancha y 222 fallecidos en la Comunidad Valenciana, donde hay cuatro desaparecidos todavía.

En Valencia, hubo 87 municipios afectados, 69.000 viviendas, 1.500 garajes anegados y 10.000 ascensores inutilizados. Pero eso no fue todo. También destruyó 12.500 comercios, 125.000 vehículos (el 98% en siniestro total) y 115 colegios, dejando a 10.000 alumnos sin clase. Y con todo esto, de momento, se han retirado 250.000 toneladas de residuos mientras quedan 2.300 vecinos sin casa y 9.750 niños sin centro educativo. Se calcula que la destrucción por esta catástrofe ha sido del 4% en la actividad económica de Valencia.

La recuperación no avanza al mismo ritmo en todos los municipios. Paiporta, una de las localidades más afectadas, ha amanecido con la misma desesperación que tuvieron el primer día. Según informa Manu Reyes, el lodo empieza a llegar al cauce de la rambla -que se desbordó y arrancó fachadas- y esto preocupa a los vecinos, quienes piden que no los olviden porque todavía queda mucho por hacer.

La sensación de los vecinos es de preocupación, tristeza y desamparo. Todavía hay cuatro personas desaparecidas. La solidaridad y el sentimiento de comunidad es lo que realmente está ayudando a salir adelante a muchas familias. Un mes más tarde, el gesto sigue siendo el mismo: piden y necesitan ayuda. “Hay menos voluntarios y no llega la comida a los centros”, lamenta uno de los vecinos.

Aunque no son solo los vecinos quienes notal la falta de ayuda sino que también los propios voluntarios. "La gente que quiere ayudar tiene que pensar que esto es a largo plazo, que no se olviden", afirma un vecino. Aún con condiciones insalubres por el lodo, afirman estar muy lejos de la normalidad, en busca de comida, sin ayudas y con muchos de los supermercados todavía cerrados.

Ante la continua necesidad de comida caliente, una vecina abre a diario las puertas de su casa preparando platos para todo el que lo necesite. "Nos vamos apañando entre los vecinos", lamenta una mujer. Porque lo único que quieren los damnificados es poder salir adelante después de esta catástrofe que ha marcado sus vidas.

Y aunque parece imposible, poco a poco se van recuperando las zonas afectadas por la DANA. Un ejemplo de ello es el puente de Picanya. Ayer se abría por fin la pasarela que sustituye a la que construyeron los vecinos con una ayuda de una empresa local. El Ejército ha estado trabajando una semana entera levantando el puente provisional.

Se trata de una pasarela de 70 metros de largo, que puede aguantar hasta 81 toneladas de peso y que el Ejército está montando en Cheste, Buñol y Riba-roja. Esto permitirá el paso peatonal y la circulación de vehículos de Emergencias como las ambulaciones y la Policía Local. Aunque este puente no ha sido el único punto cortado por la DANA: el enlace de la A7 con la A3 en Valencia quedó destruido. Es un punto con un flujo de 100.000 vehículos diarios que el que se trabajó en turnos de 24 horas con enormes marcos de hormigón repartidos entre 930 trabajadores y 319 máquinas.

Otro de los objetivos en los que se ha trabajo son las vías de tren, que tuvieron que despejarlas de hasta 400 coches. Las líneas de cercanías quedaron muy afectadas. Un mes después de estar echando toneladas de grava bajo las traviesas, hoy ya luce con un aspecto totalmente distinto. La Generalitat ha restablecido la circulación en la mayoría de kilómetros de carreteras afectadas por inundaciones y el Ministerio ha recuperado la conexión de la alta velocidad Madrid-Valencia. Mientras, trabajan en las reparaciones puntuales en la A-3 y A-7.

Los daños en las infraestructuras por este desastre superan los 2.600 millones de euros. En el caso de las carreteras, se han recuperado todas las del Estado: 160 kilómetros en total. El AVE Madrid-Valencia funciona con normalidad desde hace dos semanas. Las líneas de cercanías en Valencia ya están restablecidas. Sólo falta un tramo de la C3 que estará operativo el 22 de diciembre. El metro volverá a circular por Valencia y su área metropolitana el próximo martes 3 de diciembre. Las otras líneas tendrán que esperar un poco más.

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