Sin comida ni agua: el drama que se suma a la tragedia de los vecinos de Paiporta por el paso de la DANA
Los vecinos han salido andando para conseguir suministros en localidades cercanas
El nivel de necesidad es tan grande que se han visto obligados a asaltar los supermercados
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Los vecinos de Paiporta -donde está el epicentro de la DANA- se enfrentan a un nuevo drama que se suma a la pérdida de familiares y vecinos: no hay suministros, ni agua ni comida. Según informa Tatiana Domínguez, los vecinos se han coordinado para crear un punto logístico con muchos voluntarios trayendo agua, comida y ropa. Muchos de ellos están recorriendo a pie varios kilómetros para comprar alimentos y agua en las localidades cercanas.
Paiporta es una localidad de 29.000 habitantes, situada al sur de Valencia. Muchos han perdido sus hogares y ahora se enfrentan a la escasez de agua y comida. Con casi todas las carreteras de entrada bloqueadas, los vecinos han salido andando para conseguir suministros en zonas cercanas. Ahora, con la creación de un punto logístico, los voluntarios dejan los suministros y la Policía y voluntarios reparten a los afectados.
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"Tenemos un niño pequeño y no hay comida para bebé", dice un joven
A pie, con mochilas y carros, así salen muchos vecinos de Paiporta en busca de comida y agua. Todos realizan un trayecto de varios kilómetros a pie para encontrar suministros. Y es que en los pueblos afectados es imposible conseguirlos. El nivel de necesidad es tan grande que los ciudadanos se han visto obligados a asaltar los supermercados. “Nosotros podemos aguantar, pero hemos cogido unas chocolatinas para los peques”, dice uno. "Tenemos un niño pequeño y no hay comida para bebé. Todas las tiendas están vacías. Nos toca ir hasta Valencia andando porque no hay transporte", afirma un joven.
Una cola interminable de gente que deja los estantes de los establecimientos completamente vacíos. “Para los nietos, los hijos, hemos intentado coger algunas cosas que necesitábamos, pero solo hemos conseguido la mitad”, asegura un hombre. En las zonas donde la UME y los bomberos reparten agua potable y no potable, las colas de personas son infinitas. Pero sigue sin ser suficiente. Ante esta situación, hay personas que no tienen más remedio que dejar toda su vida atrás.
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