La incidencia de la adicción al juego no para de aumentar. La accesibilidad a los juegos de apuestas ha provocado que muchos se vean afectados por la enfermedad. Como consecuencia de la adicción al teléfono móvil y la cantidad de plataformas online dedicadas al juego, muchos adolescentes se enganchan desde edades más tempranas a las apuestas. Los expertos insisten en tratar con urgencia el trastorno.
Las cifras de adolescentes adictos al juego son extremadamente alarmantes: el 26’4% de ellos juegan a las tragaperras, póker y otros juegos online, mientras que el 16’3% realizan apuestas deportivas. El último año ha sido uno de los más crudos. Uno de cada cinco adolescentes han participado en un juego de apuestas en estos últimos meses.
La mayoría de las acciones se dan a través de la web, porque, aunque en España estén en funcionamiento más de 50 casinos presenciales, hay decenas de plataformas online que se dedican a ello, permitiendo a los más pequeños llevar un casino en el bolsillo. Según Javier Urrua, doctor en Psicología, existen diversas razones por las que los adolescentes prefieren apostar online: “El anonimato es total (...) hay muchas apuestas que son deportivas y durante el partido puedes cambiar a favor o en contra. Es decir, quien hace estos juegos sabe mucho de la conducta humana, y más de los adolescentes.”
La OMS define la ludopatía como una enfermedad, un trastorno que se caracteriza por la adicción a los juegos de azar y las apuestas. Hay muchas señales que nos indican que un adolescente se está viendo afectado, como expone el psicólogo experto en adicciones, Andrés M. Joison: “El adolescente se va cerrando y se va aislando en su propio mundo y pierde la conexión afectiva con su entorno”.
Según el Ministerio de Sanidad, la adicción al juego también se puede manifestar a través de un incremento o una disminución repentina de dinero o el uso del juego como vía de escape al malestar. “Cuando el adolescente empieza a mentir” y “hay unos gastos económicos en la familia que no se ven de dónde proceden”, como explican los psicólogos, la familia debería empezar a estar alerta, ya que esta conducta tiene terribles consecuencias y “produce mayores suicidios”.
La ludopatía es un problema global que afecta a todos los rangos de edad, aunque los más jóvenes son los que más preocupan. 80 millones de personas son adictas al juego en todo el mundo, y según un estudio de la revista The Lancet, 448 millones de personas tienen problemas familiares, laborales o financieros por culpa de estas conductas. Los datos en España no tienden a mejorar. Según el Ministerio de Sanidad, en 2022 un 58’1% de la población entre 15 y 64 años participó en el negocio del juego. Además, hay que tener en cuenta que en nuestro país la industria mueve millones de euros al año. Solamente en 2020, se recaudaron 850’78 millones de euros, distribuidos en su mayoría en apuestas casinos y póker.
¿Cómo se puede acatar el problema? Según Andrés M. Joison, la solución no debería ser su prohibición, porque “cuando se prohíbe algo, se desea y normalmente aumenta más”. Mientras las conductas aumentan, las autoridades no dan con una solución y las consultas de terapia están cada vez más solicitadas.
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