Los hinchas violentos se han convertido en uno de los mayores problemas del fútbol. Lo hemos visto en múltiples ocasiones, sin ir más lejos, en el derbi que se disputó unos días atrás. El partido se detuvo, pero en esta ocasión, es la ciudad la que se va a paralizar. Con motivo del enfrentamiento de la Europa League entre Real Sociedad y Anderlecht en el Real Arena, San Sebastián ha decidido blindarse, como informan Cristina Tojal y Paula Zabala en el video.
Se prevé que como consecuencia del partido que tendrá lugar entrada la tarde, miles de aficionados inunden las calles donostiarras. En numerosos encuentros, han sido varios los aficionados más extremistas los que han causado destrozos, tanto físicos como materiales. El lanzamiento de mesas, sillas, bengalas o peleas físicas son de lo más común para los ultras. El Ayuntamiento de San Sebastián, respaldado por la Guardia Municipal y la Ertzaintza se ha encargado de tomar medidas.
Se ha puesto en marcha un dispositivo policial para barrer toda la zona y evitar amenazas de peligro en las horas previas al partido. A partir de las 16:30 horas hasta cerca de las 19:00 horas, las carreteras estarán completamente cortadas en los alrededores del estadio de Anoeta, en el barrio de Amara Berri. Desde primera hora de la tarde se ha prohibido, además, aparcar cualquier tipo de vehículo en la zona.
Respecto a los negocios, el ayuntamiento ha obligado a los bares de la zona a retirar sus terrazas y así evitar enfrentamientos con su material. Nayi García, empleada del Bar Sacha, nos explica cómo se enteró de la noticia: "Mandaron una circular diciendo eso, que había que retirar las terrazas sobre las cuatro de la tarde, más o menos". Los hosteleros de la zona están cansados de este tipo de aficionados: "La lían, la lían y uno no está a gusto trabajando", comenta Francisco Arregui, trabajador de Bar Jon Ander.
Una de las medidas que más ha chocado a los vecinos ha sido el cierre de un colegio una hora antes del final de la jornada lectiva. El colegio Amara Berri se encuentra a unos metros del estadio donde se disputará el encuentro entre el equipo belga y el vasco. Como consecuencia de la previsión de la afluencia de aficionados, el propio colegio ha querido adelantar una hora la salida de los niños. Esto ha causado el descontento de muchos, como es el caso de Enara, madre de un estudiante del colegio: "Que salga antes del ikastola (colegio) porque hay un partido de fútbol me parece una vergüenza, la verdad".
Decenas de opiniones han inundado las calles de San Sebastián estos días, pero hay que tener en cuenta que toda medida es poca si se trata de prevenir daños.
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