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Este curso escolar 2024-2025 empieza con varias novedades y la más importante es la nueva prueba de acceso a la Universidad. Después de que Cataluña haya dicho ‘adiós’ a los móviles, llegan cambios sustanciales con la nueva ley de Formación Profesional y un plan de refuerzo en Lengua y Matemáticas para mejorar el informe PRISA, según informa Marta Aguirregomezcorta.
La nueva prueba de acceso a la Universidad se llamará PAU y no EBAU. Aunque se mantiene el formato, habrá menos memorística y más práctica. El objetivo del Gobierno con estos cambios -que afectan también a la Formación Profesional y a las clases particulares- es contrarrestar los malos resultados españoles en el informe de PRISA.
Los estudiantes cogen de nuevo la mochila y se embarcan en un nuevo curso. En zonas como en Cataluña, los alumnos lo hacen sin el móvil: ya no podrán usarlo hasta que no salgan del horario escolar. Pero este año viene con más novedades. En la prueba de acceso a la Universidad -que se llamará PAU- ya no será como antes en algunos aspectos. Uno de ellos serán las faltas de ortografía, que tendrán un criterio común en todas las Comunidades Autónomas. La penalización mínima será del 10% y cada ejercicio tendrá un 30% con preguntas tipo test.
Los alumnos podrán optar entre preguntas pero cada examen estará diseñado para que, elijan lo que elijan, tengan que estudiar todo el temario. En cuanto al FP, con la nueva ley en marcha, todos los estudiantes tendrán prácticas desde el primer curso. Hasta ahora, solo se hacían en el segundo año. Así, se estrenará un nuevo plan de refuerzos en Matemáticas y lectura, que afectará a un total de dos millones de estudiantes.
El plan de refuerzo escolar, anunciado por el Gobierno, contará con medidas como clases gratuitas de apoyo en horario no lectivo o aulas con un menor número de compañeros y profesores mejor especializados. En España, el número de docentes ha aumentado desde los 758.594 docentes en el curso 2021-22 a los 768.798 en 2022-23, máximo histórico. El programa cuenta con 95 millones de euros, de los cuales, 64,8 millones se destinarán a estas clases y 30 millones a la mejora de la comunicación oral y escrita.
El Gobierno quiere mejorar las cifras que se registraron en el informe PISA, donde se evalúa el rendimiento académico del alumnado de 15 años de más de 80 países. Los números mostraron una nueva caída en los conocimientos de Matemáticas y lectura entre los jóvenes españoles.
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