La Policía Municipal de Salou (Tarragona) se ha rendido ante la alta presión de los manteros y ha decidido dejar de controlarlos, ni vigilancia, ni multas. Según informa Alicia Alegre y Montse Ávila en Noticias Cuatro, el “top manta” ocupa casi todo el recorrido del paseo marítimo. Durante la mañana de este 28 de agosto, los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y la Policía Local han activado un macrodispositivo policial para interceptar la mercancía falsificada que llega en camiones hasta Salou.

De este modo, pretenden que los manteros se queden sin mercancía para que no puedan venderla en el paseo marítimo que une Salou con Cambrils. La presencia de los manteros provoca la ira de los comerciantes y de los vecinos de los alrededores. El ayuntamiento de ambos municipios (Cambrils y Salou) ha llegado a un acuerdo con los cuerpos de seguridad para intensificar estos controles y combatir el problema desde la raíz.

Recorrer el paseo marítimo que une Salou con Cambrils supone ir esquivando casi todo el rato las mantas desplegadas a lo largo del recorrido. Un comerciante asegura: “Hay días que hay 120 (manteros), 150 o 180. Ocupan las dos partes de la acera o la acera y el paseo. Allí es imposible andar”.

Los vecinos de ambas localidades aseguran vivir una situación muy complicada por los problemas que generan los manteros. Una trabajadora de la zona comenta: “(Hay) insultos, han llegado a tener peleas. Cuando les pilla un día de malas, te empujan y te dicen que por ahí no puedes pasar porque están ellos colocados”. Un señor cuenta: “Tienen que hacer sus necesidades como cualquier ser humano ¿y dónde las hacen? En las urbanizaciones”.

Mientras que los comerciantes y los vecinos cercanos al paseo marítimo están recogiendo firmas para acabar con esta realidad, desde el ayuntamiento de Cambrils admiten verse incapaces de controlar a tantos vendedores ambulantes. Como remedio temporal se organizó el macrodispositivo conjunto, el cual está motivado por la gran demanda de actuación por parte de comercios y vecinos.

Según recoge El Caso, desde que la playa de Vilafortuny se llena, hasta la llegada de la medianoche, los manteros aprovechan el gran flujo de personas del paseo marítimo. Ellos muestran sus productos bien ordenados sobre las mantas de tela que depositan en el suelo, usan paraguas para protegerse del sol y para por la noche llevan linternas. Se organizan con otros compañeros que les reparten alimentos y bebidas.

Si se visitan varios días el paseo marítimo, se puede observar que cada día los manteros vuelven a colocarse en el mismo lugar. Antes del verano, la Policía Nacional hizo un operativo de gran magnitud, en el que detuvo a varias personas y confiscó toneladas de material que iba a ser vendido. Aun así, los manteros han podido seguir con normalidad.

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