En España, 2024 está siendo un año negro en la montaña, solo en el Pirineo Aragonés han muerto 27 personas en lo que va de año, y 16 han sido entre julio y agosto. Según informa Laura Quílez en Noticias Cuatro, es un aumento enorme de víctimas que los expertos achacan a que cada vez hay más gente subiendo, y cada vez más inexpertos. Ha sido un intenso fin de semana para los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de los equipos de la Guardia Civil en el Pirineo Aragonés.
Este fin de semana han tenido que realizar hasta cuatro intervenciones, dos de las cuales por caídas. Una de ellas ha sido por una persona que practicaba parapente y la otras por dos montañeros que se han desorientado. Sin lugar a duda, el verano es el momento de más trabajo para los GREIM y ellos apuntan que este 2024 se están superando todas las cifras de años anteriores. La semana pasada se realizaron hasta 26 rescates en el Pirineo Aragonés.
Un helicóptero de la Guardia Civil rescataba a un parapentista el 23 de agosto en las inmediaciones del Tozal de Igüerra en Gistaín. El hombre de 48 años se cayó y se rompió una pierna. El 24 de agosto un montañero sufrió una caída tras deslizarse unas rocas y se dislocó el hombro en el mismo municipio oscense. Los efectivos de los GREIM tuvieron que evacuar a este hombre hasta Benasque.
Los miembros del GREIM recuerdan a los ciudadanos: “Nunca hay que ir solo a la montaña. El grupo mínimo para acudir a la montaña deben de ser tres personas, para que, si una sufre un accidente, una segunda se quede asistiendo a este accidentado y una tercera, en el caso de no tener cobertura, acudir a pedir ayuda en el sitio en el que podamos trasmitirlo”.
El número de accidentes en Aragón se ha disparado este verano, nueve personas han muerto desde el pasado 1 de julio, la última víctima fue hace una semana, cuando un neerlandés de 71 años tropezó y cayó a un canal en la Forqueta de Gabietos, en el término municipal de Torla-Ordesa. El 3 de agosto un senderista empezó a sentirse mal en una pista forestal cerca de Nerín, que terminó falleciendo por una parada cardiorrespiratoria.
En julio, los agentes del GRIM tuvieron que recuperar los cadáveres de un parapentista en Castejón de Sos y de un barranquista en Sahún. Nueve días antes, los de un senderista en los Mallos de Riglos y el de un vecino de Jaca que se despeñó en Ansó cuando estaba cogiendo setas.
Además, un hombre se ahogó en el río Ara, tras lanzarse al agua para intentar salvar a su sobrino, que estaba siendo arrastrado por la corriente. El menor pudo salvarse. Así se elevan a 27 las muertes en medios naturales de Aragón en lo que va de año casi el doble que durante el mismo periodo del año pasado.
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