Hay que tener cuidado si se toman fármacos durante el verano, ya que hay algunos que pueden agravar los efectos del calor. Según informa Montse Ávila en Noticias Cuatro, los farmacéuticos dicen que hay que tener especial cuidado con los diuréticos porque producen deshidratación, con los antiinflamatorios porque producen problemas de riñón y con los antihistamínicos porque alteran la regulación del calor corporal. Se debe extremar la precaución con la llegada de la segunda ola de calor.
Existen al menos 7.500 medicamentos con precauciones por calor. Uno de cada dos fármacos necesita un cuidado especial ante los efectos de las altas temperaturas. Los que más se ven afectados por el calor y que más fácil pierden sus propiedades son las pomadas, las cremas, los supositorios y los óvulos. Los expertos farmacéuticos recomiendan leer muy bien el prospecto de cada fármaco.
Adrián Cabrera, técnico de farmacia, explica: “Es muy importante que todos los medicamentos que tengamos, como la crema ahora que estamos en verano; evitar que estén en contacto con el sol. Por ejemplo, que no los tengamos en la cocina cerca de la ventana para que no se deterioren. Porque cada una tiene temperatura y algunas tienen que estar en nevera. Hay mucha gente, sobre todo la gente mayor, que no sabe esa información, por eso es siempre importante mirar los símbolos del cartonaje y del prospecto”.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad recuerda que algunos medicamentos pueden agravar los efectos del golpe de calor, como el síndrome de agotamiento o la deshidratación. Lo hacen a través de un documento elaborado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), debido al Plan de Prevención de Efectos de Altas Temperaturas.
Sanidad recuerda que los principales grupos de población en situaciones de calor extremo son los ancianos, los lactantes y lo niños, las personas con una afección crónica que requieran medicamentos y las personas dependientes. Las personas mayores son particularmente vulnerables a causa del deterioro de su capacidad para sentir sed. Sanidad recomienda a los pacientes no tomar ningún medicamento sin consejo médico, incluidos los que van sin receta.
La adaptación de un tratamiento con medicamentos en curso debe considerarse caso a caso. Sanidad expone: “En ningún caso está justificado considerar desde el principio, y sistemáticamente, una reducción o interrupción de los fármacos que pueden interactuar con la adaptación al calor del propio organismo”. Antes de tomar cualquier decisión terapéutica, advierten de que es necesario evaluar completamente el estado de hidratación.
El documento recomienda a los profesionales sanitarios revisar la lista de medicamentos de prescripción médica o de automedicación que usa el paciente e identificar los que pueden alterar la adaptación del organismo al calor. También aconseja revaluar la necesidad de cada uno de los medicamentos que parezca ser inadecuado o no indispensable y en particular prestar atención a los pacientes mayores en tratamiento con medicamentos neurotóxicos.
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