Encuentran el cuerpo de Esther Estepa en Gandía: podría ser la sexta víctima del asesino 'Dinamita Montilla'
Esther Estepa fue una mujer maltratada y pasó un tiempo en una casa de acogida
La víctima conoció a Dinamita Montilla en un albergue tras quedarse en la calle por no tener recursos
El Dinamita, uno de los asesinos en serie más conocidos de Málaga en los 80: detenido por matar a un joven
El cuerpo de la joven Esther Estepa, desaparecida el pasado verano, han sido encontrados por la Policía Nacional en un cañar de Gandía. Los investigadores creen que se trata de la sexta víctima de un asesino en serie llamado ‘Dinamita Montilla’, que grababa vídeos en TikTok.
‘Dinamita Montilla’ es el mote de José Jurado, un asesino en serie y fanático de las redes sociales que tiene 63 años. Fue condenado en la década de los 80 a 123 años por matar a cuatro personas. Cumplió condena, salió y se convirtió en tiktoker con 5.800 seguidores.
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Esther Estepa conoció a 'Dinamita Montilla' en un albergue
Esther Estepa era una mujer con una vida complicada. Había sido maltratada y, después de estar un tiempo en una casa de acogida, se vio en la calle sin recursos. En un albergue conoció a ‘Dinamita Montilla’. La victima le envió un mensaje a un amigo diciéndole que iba a dar la vuelta a España con una persona que había conocido. Él le respondió que llevase cuidado con las personas con las que se juntaba. Los agentes llegaron a dar con José Jurado gracias a un detalle que ocurrió un día antes de su desaparición.
Esther tuvo un problema y tuvieron que llamar a la ambulancia para un ingreso hospitalario. Y esto lo hicieron con el teléfono del ‘Dinamita Montilla’. El propio presunto autor de los hechos sabía que era un sospechoso y trató de desviar el foco en sus vídeos de las redes sociales. “Está desaparecida y la Policía quiere dar el caso por cerrado. Dicen que como es hippie, puede que esté perdida en alguna comunica o algo así”, dijo en una de las grabaciones. Aunque no fue el único mensaje que mandó para despistar, ya que también envió otro a la familia de la víctima haciéndose pasar por ella. Así, les dijo que se marchaba a Argentina. Sus progenitores le pidieron un audio como prueba de vida y nunca llegó esa confirmación.