Este 28 de mayo es el Día Mundial del Hambre, que sigue siendo uno de los grandes problemas mundiales. Según informa Patricia Pereda en Noticias Cuatro, el 13% de los hogares españoles pasan hambre. La Universidad de Barcelona recoge que ese 13% no puede acceder a alimentos de forma regular y se conoce como “hambre invisible”, ya que hay niños que van al colegio sin desayunar y nadie lo sabe.
Los datos de la última encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) aseguran que el 7% de los menores de 18 años (más de 500.000) no pueden comer ni carne, ni pollo, ni pescado dos días a la semana. En todo el mundo hay 735 millones de personas que sufren hambre crónica, el 9% de la población mundial.
Cáritas Madrid ha hecho un balance del número de familias vulnerables que tuvo que atender el año pasado, casi 120.000 personas que carecen de lo más básico. María Begoña tuvo que pasar por etapas en las que pasaba hambre y ahora comenta: “A raíz de la pandemia del Covid, perdí mi trabajo, enfermaron dos de mis hijos, no pude hacer frente a los pagos de la casa y no tenía alimentos después del desahucio”.
Begoña Gómez nunca pensó que terminaría pidiendo ayuda. Ella cuenta: “Es una sensación de haber tocado fondo. Te lleva a pensar cosas negativas acerca de mi persona”. Al igual que a ella, Cáritas ha ayudado este año a 120.000 personas. Se enfrentan a dos problemas principales: el elevado precio de la vivienda y la dificultad de encontrar un empleo digno.
Luis Hernández Vozmediano, director de Cáritas Madrid, explica: “Viven en habitaciones compartidas con cinco o seis personas y con costes altísimos, del orden de entre 600 y 800 euros”. Luis Hernández añade: “El 55% de las personas que atendimos el año pasado estaban en paro, no tenían un empleo, pero eso quiere decir que el 45% tenían empleo y tenían que venir a Cáritas porque no eran capaces de llegar a fin de mes”.
Muchas de estas personas en riesgo han logrado salir adelante gracias a personas como Ana María Negro, una voluntaria de Cáritas. Ella expone: “Una familia con sus dificultades económicas, de vivienda, de empleo, o de familias que han tenido que estar separadas”. Casi 9.000 voluntarios los acompañan día a día para que ellos solos puedan salir adelante.
Begoña Gómez dice: “Hoy vivo, tengo un techo, puesto que he encontrado un trabajo. Nunca lo agradeceré bastante todo lo que han hecho por mí. Mi vida ha mejorado”. Según recoge Cáritas Madrid en su página web, cuentan con 460 acogidas parroquiales y con 379 proyectos, atienden a más de 120.400 personas, tienen 19.200 donantes y cuentan con más de 8.700 voluntarios. La organización lleva con su labor caritativa y social desde su fundación en 1944.