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A partir hoy reinará la cara amable de la primavera en todo el país. Según informa en el vídeo Irene Fernández, se impone el Sol por fin y las temperaturas son cada día un poco más altas. La Aemet estima que esta semana hará un calor más propio de junio que de abril. Hemos pasado del invierno al verano en solo cinco días y en plena primavera, un resumen de lo que ha sido esta semana, que empezó con frío y acabará con demasiado calor.
Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, comenta que se alcanzarán incluso 30 grados en ciudades como Zaragoza u Ourense, temperaturas diurnas entre 10 y 15 grados por encima de la media. Añade que ha sido pasar del invierno al verano en tres o cuatro días. En abril del año pasado el calor se notó mucho, el termómetro llegó a marcar 38 grados en Sevilla y 39 en Córdoba.
Rubén del Campo cuenta que simultáneamente fue el mes de abril más cálido y seco desde que hay registros. Francisco Martín, meteorólogo de Meteored, dice que se batieron 110 récords de temperaturas.
Los expertos advierten de que este año no llegaremos a tanto, pero tampoco nos quedaremos muy lejos. La temperatura se va a quedar un poco por debajo, pero eso no le tiene que quitar importancia al episodio actual, porque se dará una anomalía de 12 grados por encima de los valores normales, con temperaturas propias de verano.
Este nuevo episodio confirma lo que ya sabemos, el mundo se hace más cálido. Rubén del Campo afirma que es bastante probable que sea el undécimo mes consecutivo a escala planetaria con temperaturas de récord. Francisco Martín, expresa que cada año las primaveras se hacen más cálidas y el verano se está extendiendo sobre todo hacia la primavera y algo hacia el otoño.
Un estudio de la Aemet analizó si las temperaturas subían a un ritmo diferente de otros países. Para ello se centraron en recoger los registros meteorológicos de distintos observatorios españoles. Se priorizaron aquellos de áreas montañosas y de pueblos pequeños, para evitar influencias de las zonas urbanas. Se comprobó que las temperaturas aumentaron entre 1,6 y 3 grados en varias zonas de la Península y que a finales de siglo podrían llegar a estar entre 3 y 4 grados.
Se plantean la posibilidad de que los ciclos solares (periodos de actividad variable en la superficie del Sol) afecten al aumento de la temperatura terrestre. Los últimos ciclos solares desde los años 80 no han sido muy intensos, por lo que lo esperado era que disminuyese la temperatura, pero no ha sido así.
Estos ciclos solares no son los principales responsables del cambio climático, somos los propios seres humanos y nuestras actividades que generan gases de efecto invernadero. El calentamiento global está incrementando la diferencia de temperatura entre los polos y el ecuador, por lo que la circulación atmosférica se ve afectada.
Esto lleva a la expansión del anticiclón de las Azores hacia el norte y el este, afectando a más superficie de la Península. Este ciclo de presiones más altas es cada vez más estable, por lo que llegan vientos cálidos del sur y el oeste e incluso polvo en suspensión del Sáhara. Por lo que las temperaturas aumentan.