El cambio climático, a peor: 57 empresas son responsables del 80% de las emisiones de dióxido de carbono

Todo fueron abrazos y aplausos en la cumbre de París que limitaba las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Eso fue en diciembre de 2015 y sólo ahora parece que se han conseguido estabilizar después de que hayan aumentado durante los últimos años, según informa Juan Carlos Flores.

Un reciente estudio revela que 57 empresas son responsables del 80% de dichas emisiones, que son las que calientan el planeta. "Lo que uno esperaría es ver ya una clara línea de descenso, y eso no está", subraya José Manuel Gutiérrez, experto en cambio climático.

Repsol, en el puesto 50 en cuanto a emisiones

Productores de petróleo, gas, carbón y cemento. También naciones estado como China, considerada la fábrica del mundo, que lidera el ranking por su consumo de carbón, el más contaminante.

La española Repsol, acusada hace poco por su competidor Iberdrola de blanquear su impacto para parecer verde, se sitúa en el puesto 50 del total mundial de emisiones desde que se tienen registros. "Hay compañías que se lo han tomado en serio y están bajando sus emisiones", apunta Gutiérrez.

Si este invierno ya les pareció que se notaron los efectos del cambio climático, sepan que el planeta apenas ha aumentado un grado su temperatura, pero continúa subiendo. Y va más rápido de lo que se pensaba.

"Nos estamos quedando sin tiempo. Antes era un problema que veíamos a medio plazo y es un problema ya que nos toca a nosotros, no a nuestros hijos", advierte el experto al que hemos consultado en Noticias Cuatro.

Se necesitaría un recorte radical de las emisiones de CO2 para frenar el calentamiento global. Según detalla Gutiérrez, "para mantenernos dentro del grado y medio, tendríamos que reducir un 50%".

Las personas de a pie tampoco se libran. Y es que las empresas del estudio generan bienes que los demás consumimos, por ejemplo, la gasolina de los coches, los teléfonos móviles o la ropa.

No obstante, bien es cierto que se ha avanzado en una nueva conciencia medioambiental. La actitud responsable de los consumidores y una mayor crítica a las marcas más contaminantes podría provocar el cambio de rumbo que hace falta.