Las agresiones sexuales a menores y adolescentes han aumentado en España. Según informa en el vídeo Patricia Pereda, han subido un 55% en tan solo cinco años, según la Fundación ANAR. Las víctimas son sobre todo niñas y el agresor suele ser un miembro de su familia. En total son 4.500 casos y ocho de cada diez son mujeres. Casi un 80% de los casos se producen dentro del propio entorno familiar, el principal agresor es el padre biológico o la pareja de la madre.
Benjamín Ballesteros, portavoz de la Fundación ANAR, comenta que el perfil medio son adolescentes de unos 12,5 años, con problemas en el rendimiento escolar que viven en familias compuestas por un padre y una madre. Los expertos también advierten del aumento de las agresiones múltiples, han pasado del 2% en 2008 al 11% en 2023.
Los expertos alertan de que en el 60% de los casos las familias están fallando, ya que no ven las señales o no las quiere ver. Benjamín cuenta que existen casos en los que se niega a la víctima lo que ha ocurrido, en los que se le culpabiliza, o incluso en los que se justifica de alguna manera al posible agresor. Las consecuencias pueden ser fatales, ya que las víctimas sienten sobre todo culpa, miedo o vergüenza.
Benjamín recuerda que un 9,1% de las personas que han sufrido una agresión sexual llegaron a pensar en terminar con su vida. También crecen las agresiones sexuales en las que están implicadas las nuevas tecnologías, Benjamín expone que son aquellos casos que tienen que ver con grooming (3,1%), sexting no consentido (2,2%), pornografía infantil (1,3%) o prostitución infantil (1,9%).
La Fundación ANAR ha hecho el estudio ‘Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)’. En este se desglosan más datos, como que el 28,3% de las víctimas no han denunciado ni tienen intención. En relación con las niñas, seis de cada diez casos se encuentran dentro de la franja de los 13 a 17 años. En el caso de los niños, la franja es entre 0 y 9 años.
El 2,5% de las víctimas tienen algún tipo de discapacidad y siete de cada diez tienen un rendimiento escolar bajo. Suele ser un adulto del entorno de la víctima quien avisa de la situación (70%) y en la mayoría de las ocasiones es la madre (68,3%). En un 43,9% de las agresiones estaban las nuevas tecnologías de por medio (21,6% más que en 2008). Además, el 13,4% de las víctimas habían consumido sustancias estupefacientes.
Un 70,3% de las víctimas no reciben tratamiento psicológico y en el caso de los niños de 0 a 9 años se eleva al 79,5%. En dos de cada diez casos los profesionales de la salud mental no actuaron de manera correcta. Los expertos sugieren la creación de los Juzgados de Violencia contra Infancia y Adolescencia para evitar la revictimización y los daños adicionales a las víctimas menores.