Las cigüeñas se han convertido en amenaza pública en Lugo, anidan en los postes de alta tensión y provocan cortes de luz. Según informa en el vídeo Laura Queijeiro, aunque parezca un problema puntual supone un trastorno para algunos vecinos. En Corgo (Lugo), los vecinos llevan sufriendo cortes de luz prácticamente a diario.
Hay muchos nidos en una recta de apenas un kilómetro, una docena. Cuando se producen los apagones surgen muchos problemas, como que las farmacias no pueden administrar medicamentos, los bares no pueden servir cafés, o el aserradero del pueblo tiene que parar la producción.
Muchos creen que el problema está en los nidos que las cigüeñas han formado sobre los postes de la luz. Esta situación supone un gran problema tanto para los vecinos como para los negocios. Una mujer de la localidad afirma que están teniendo unos cortes de luz prácticamente continuos y de larga duración.
Una farmacéutica de la localidad comenta que tienen la farmacia que, aunque la gente quiere llevarse algo no se lo pueden dar. Un trabajador del aserradero dice que cada vez que se va la luz, no vuelve hasta dentro de dos horas, por lo que son varios empleados los que están ahí y no pueden trabajar.
Este es un problema que también afecta a la propia ciudad de Lugo. Llevan varios días con frecuentes cortes en el suministro eléctrico por los nidos de cigüeñas en las afueras de la ciudad. Centenares de viviendas y empresas se han visto afectadas por los cortes de suministro desde principios de Semana Santa. Muchos de los nidos se están construyendo en una rotonda que une la carretera de Santiago con la autovía A-54.
Se cree que las cigüeñas tienen predisposición por esta zona debido al gran número de humedales que hay cerca. La concejalía de Medio Ambiente decidió colocar un poste sin tendido eléctrico para que las cigüeñas anidasen. Aunque no sirvió debido a que llegaron más cigüeñas y ocuparon los postes de la luz.
Las cigüeñas utilizan materiales muy variados para elaborar sus nidos: palos, hierba, paja o todo tipo de basura que el humano deja tirada, como cuerdas o trapos. Pueden alcanzar dimensiones de dos metros de diámetro y suelen pesar entre 200 y 400 kilos, pero se han llegado contabilizar algunos de más de una tonelada. Necesitan esta resistencia para aguantar las diversas condiciones climáticas.
Durante el periodo de reproducción, ambos progenitores participan en la incubación de los huevos y también en la construcción del nido. Se turnan para incubar y mantener a los huevos calientes durante los 33 días que requieren para abrirse. Los principales peligros a los que se enfrentan a las cigüeñas son los siguientes: conflictos con las edificaciones humanas, la pérdida de su hábitat, caídas desde el nido, confusión con materiales dañinos al construir el nido, confusión al ingerir alimentos perjudiciales y los choques con los cables eléctricos.