Cerca de 3.000 estudiantes de secundaria se presentaron a las Olimpiadas de Matemáticas. Solo seis de ellos han llegado hasta la final, por lo que representarán a España a nivel mundial. Según informa Marta Aguirregomezcorta, el que mayor nota ha sacado es Manuel Eymar, estudia segundo de bachillerato y aspira a aplicar sus conocimientos en investigación.
Manuel comenta que si está aburrido en algún momento se pone a jugar con números y divisores para ver qué divisiones pueden tener. Añade que las matemáticas son lo que más le motiva y que no todo es cálculo, porque las cuentas son la parte que más se le complica y puede fallar en el cálculo mental de números que no son grandes.
Manuel cuenta que un reto para él puede ser un problema que se haga una competición internacional. Él recibió la primera medalla de oro en las Olimpiadas Matemáticas a nivel nacional. Manuel dice que no basta con tener suficiente base teórica ni saberse muchos teoremas.
Desde pequeño asombraba a sus padres, y su padre asegura que le dejó su libro de primero de carrera de cálculo con tan solo 10 años. Añade que lo curioso es que lo entendía y lo seguía. Su madre comenta que sabe si ese día se le ha dado bien o si hay sacado un problema o no cuando le ve salir de la habitación con una cara de alegría o de mal humor.
Su próximo desafío es la Olimpiada Internacional de Matemáticas y Manuel cuenta que aspira al oro, pero no espera conseguirlo ni mucho menos. Además, añade que se quiere dedicar a la investigación en España, pero aun no sebe sobre qué en concreto, porque eso se suele decidir en la carrera.
Las Olimpiadas Matemáticas son concursos entre jóvenes estudiantes, cuyo objetivo principal es el de estimular el estudio de las Matemáticas y el desarrollo de los jóvenes talentos. El concurso cuenta con tres fases de dificultad en las que la dificultad va aumentando.
La primera es la Fase de Distrito, que se suele celebrar al final del primer trimestre en cada distrito universitario. Esta se compone de dos pruebas escritas que suponen en total seis problemas. Los estudiantes que participan pertenecen a Enseñanzas Medias y son menores de 19 años. Se presentan voluntariamente sin requisito previo. Los tres mejores alumnos pasan a la siguiente fase.
La segunda es la Fase Nacional, que suele empezar a finales de febrero. Esta tiene dos pruebas escritas que duran tres horas y media cada una. Se tiene que enfrentar en total a seis ejercicios que son propuestos por el tribunal. Desde el año 1994, esta fase es itinerante, lo que quiere decir que va cambiando su lugar de realización. Los seis mejores clasificados de la fase pasan a la siguiente y los cuatro primeros también participan en la Olimpiada Iberoamericana.
Por último, la Fase Internacional, que se suele realizar a mediados de julio. La composición de las pruebas es la misma que en la anterior fase. Además, la Olimpiada Iberoamericana se celebra en septiembre.