Se cumple un mes del incendio que arrasó dos edificios en el barrio del Campanar, en Valencia. Las llamas se cobraron la vida de diez personas y cientos de animales. Las imágenes de los rescates al límite siguen estando presente, como el del bombero que se quitó su casco. Los peritos de las aseguradoras hacen su primera visita a las ruinas para encontrar el origen del suceso.
Un mes después del incendio, la pesadilla continúa para los vecinos. “Están fastidiados porque tienen que asumir las hipotecas, aunque han movido los seis meses que han aprobado. Tienen que hacer mucho papeleo. Hay mucha gente que se le ha quemado todo”, explica Julián, conserje del edificio y héroe entre los vecinos. Las llamas dejaron 138 hogares destrozados y 129 vecinos realojados en otro edificio.
El pasado 22 de febrero fue un día muy difícil para lo vecinos del Campanar. En cuestión de media hora, las llamas arrasaron con dos bloques de edificios. Muchos consiguieron escapar, pero diez de ellos no tuvieron esa suerte. Las consecuencias, un mes después, son latentes. “Estoy en tratamiento médico desde el viernes, el día después del incendio”, dice una superviviente.
Después del shock de vivir esta pesadilla, los vecinos tratan de volver a la rutina. Muchos de ellos realojados en un edifico en Sanfranar. “No parece Valencia, parece Gaza. No hay palabras”, indica Fran, presidente de la comunidad. Todos piden justicia y que se investigue las posibles negligencias del edificio. Mientras que los peritos buscan la causa del incendio, a los vecinos solo les queda honrar a los fallecidos y reconstruir su vida con la esperanza puesta en el futuro.