El ayuno intermitente puede parecer una dieta porque reduce el horario de las comidas básicas del día, pero sus defensores dicen que es un estilo de vida. Según informa en el vídeo Ana García Quesada, la Asociación Estadounidense del Corazón alerta de sus riesgos cardiovasculares.
Elsa Pataky, Bruce Springsteen, Jennifer Anniston o Hugh Jackman han contado que lo practican para mantenerse en forma. El ayuno intermitente se ha hecho muy popular en los últimos años. Una chica que sigue este método comenta que es bastante fácil de hacer, que no pasas hambre y que te sientes con bastante energía. Un hombre cuenta que te tomas agua o un café de vez en cuando y al final no te acuerdas de comer.
Es sencillo de seguir y con buenos resultados, pero ahora un estudio avanzado por la Asociación Estadounidense del Corazón apunta que ayunar 16 horas y concentrar las comidas en las ocho restantes, la forma más común de este ayuno aumenta un 91% el riesgo de muerte cardiovascular. Revisaron información sobre patrones dietéticos de los participantes con la información de la Base de Datos de Índice de Defunción del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El Dr. Luis Rodríguez Padial, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, dice que resulta que se trata de demostrar que este método es efectivo, pero va en contra de la información a corto y medio plazo que existe. Añade que hay bastantes estudios que han demostrado que mejora el riesgo de los pacientes.
Ahora con el primer estudio a largo plazo se ha analizado a más de 20.000 adultos, a los cuales se les ha seguido durante ocho años. Aun no se sabe todo sobre el estudio, por el momento no se conoce el estado de salud de los participantes o el tipo de alimentación que seguían.
Para las personas que ya tenían una enfermedad cardiovascular y consumían alimentos en un periodo de ocho y diez horas al día, se observó un aumento del 66% su riesgo de morir por una enfermedad cardiaca o un accidente cerebrovascular. Además, si un paciente de cáncer comía por un periodo de más de 16 horas al día, se observó que tenían un menor riesgo de mortalidad por cáncer.
El propio estudio tiene ciertas limitaciones como su dependencia de la información dietética autoinformada, ya que podría haber algún error en la memoria o el recuerdo de los participantes, de manera que no se reflejen los patrones alimentarios habituales con precisión. Además, no está claro si se tenían en cuenta variables como fumar, la actividad física o el consumo de alcohol.
El Dr. Luis Rodríguez comenta que es importante saber qué comían esos participantes durante esas ocho horas, si es una alimentación sana o no, porque lo mismo comen poco y mal. Por lo que hasta que no se publiquen todos los datos los especialistas piden calma, porque puede ser más importante lo que comes y tu estilo de vida que si comes solo durante ocho horas al día.