Los agricultores vuelven a tomar las calles de Madrid. Miles de manifestantes y alrededor de 100 tractores se han plantado en frente del Ministerio de Agricultura para acabar en la sede del Parlamento Europeo. Con un gran dispositivo policial, la marcha ha trascurrido con normalidad a excepción de ciertos momentos de tensión. Entre sus reivindicaciones, denuncian la falta de mano de obra, la burocracia, la competencia desleal y la agenda 2030.
“Venimos de Huesca, estamos hasta las narices”, “Necesitamos que se adapta a nuestras zonas de cultivo, lugares más desfavorecidos como el norte de Almería” y “Queremos menos burocracia”, son algunas de las frases que se han escuchado durante la manifestación.
Convocados por las organizaciones mayoritarias, 20.000 agricultores y 100 tractores han accedido a la capital desde Arganda del Rey hasta la sede del Parlamento Europeo. En el paseo de la Infanta Isabel y Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se han unido los manifestantes a pie. Bajo el lema ‘El campo exige apoyo, respeto y reconocimiento’, han continuado hasta la Oficina del Parlamento Europeo.
Pese a que la marcha ha transcurrido sin ningún incidente, ha habido momentos de tensión con manifestantes que no se sienten representados por las organizaciones agrarias. Los agricultores siguen con las mismas reivindicaciones: piden que se cambie la Política Agraria Común, menos burocracia y que se escuche al campo.
El presidente de la UAGN, Félix Bariain, ha afirmado que han ido a la capital “a protestar por el hartazgo, que es la palabra más común entre todos los agricultores y ganaderos que vamos camino de Madrid, de las políticas europeas, de las políticas nacionales y de las políticas autonómicas que nos han llevado a tener un sector que es el más empobrecido de todos los sectores económicos”.
Los agricultores y ganaderos de Navarra, ha subrayado, tienen 64 años de media: “Es una auténtica barbaridad y es un tema no solamente de la agricultura y la ganadería, sino que también es un problema social, porque al final somos los que damos de comer”. “Se puede considerar el mayor problema social que tiene hoy este país y Europa”, ha sentenciado sobre una de las cuestiones que está afectando al campo.